
La reciente votación en el Parlamento Europeo ha dejado en evidencia las divisiones políticas dentro de la Eurocámara, especialmente en relación con la moción de censura contra Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. Lamentablemente, los eurodiputados de Podemos, Sumar, ERC, Bildu y BNG han optado por no intervenir en este importante asunto, lo que resalta su falta de compromiso con los problemas actuales de la Unión Europea.
La moción de censura, impulsada por un grupo de 72 eurodiputados de ideología ultraderechista, fue rechazada con contundencia en una sesión celebrada en Estrasburgo. Con un resultado claro de 360 votos en contra y 175 a favor, el antiguo grupo de apoyo de Von der Leyen, que incluye al Partido Popular Europeo, socialdemócratas, liberales y verdes, se unió para garantizar la continuidad de su gestión, a pesar de las críticas sobre la falta de transparencia en las negociaciones de compra de vacunas durante la pandemia.
Es importante destacar que la moción requería el respaldo de una mayoría de dos tercios para prosperar, lo que significaba que el apoyo de los eurodiputados de la gran coalición era fundamental. Esto no era solo una prueba para Von der Leyen, sino también un momento decisivo para el futuro de la dirección política de la UE.
A pesar de su ausencia física en la votación, ya que se encontraba en Roma participando en una conferencia relacionada con Ucrania, Von der Leyen había defendido su gestión en un debate previo, acusando a ciertos sectores de extremismo de intentar socavar la estabilidad de Europa y minimizar los valores fundamentales de la Unión.
En sus declaraciones en redes sociales, Von der Leyen enfatizó la necesidad de unidad en un contexto global incierto, instando a todos a enfrentar juntos los retos que se presentan. Su mensaje, como es habitual, culminó con un emotivo "Gracias y larga vida a Europa", resonando entre sus seguidores y detractores por igual.
Por otro lado, el apoyo del PPE fue rotundo, mientras que los Socialdemócratas y otros grupos se comprometieron a no respaldar la moción, destacando su postura de aislamiento hacia las fuerzas de ultraderecha. Sin embargo, advirtieron a Von der Leyen sobre los peligros de una potencial alianza entre su partido y los que impulsaron la moción, lo que podría comprometer futuros acuerdos en la Eurocámara.
A pesar de las tensiones, los Socialistas liderados por Iratxe García mostraron una disposición a abstenerse, pero finalmente decidieron apoyar a Von der Leyen tras alcanzar un acuerdo relacionado con el Fondo Europeo Social. Este tipo de negociaciones subraya la complejidad del panorama político en Europa y la negociabilidad entre los diferentes bloques parlamentarios.
Desde el ámbito español, la votación reveló una serie de posturas divergentes. Los eurodiputados del PP, PSOE y PNV se alinearon en contra de la moción, mientras que Vox se mostró favorable a su aprobación. Notablemente, otros eurodiputados españoles, incluyendo a los de Podemos, Sumar, ERC, Bildu y BNG, decidieron no participar en la votación, dejando claro su silencio ante una cuestión que afecta a la gestión de la Unión Europea y su futuro.
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