El fabricante automovilístico alemán Volkswagen ha lanzado un programa ambicioso para mejorar el beneficio generado por la venta de sus vehículos. Según ha comunicado el consejo de administración y el comité de empresa de la compañía, el objetivo es incrementar los ingresos en 10.000 millones de euros para el año 2026. El plan, llamado "Accelerate Forward, Programa de desempeño global Road to 6.5", busca conseguir de manera sostenible un retorno del 6,5% de los ingresos por ventas para garantizar las inversiones en tecnologías y el empleo en el futuro. Además, el programa pretende racionalizar la gama de modelos y hacer más eficientes la producción y el desarrollo.

El consejero delegado de Volkswagen, Thomas Schäfer, ha afirmado que el cumplimiento de este ambicioso programa es la "prioridad número uno" del consejo de administración. Para Schäfer, alinear esfuerzos puede hacer posible que se alcance el objetivo del 6,5% de rendimiento de las ventas para el año 2026.

En esta línea, la marca se centrará en los modelos de mayor volumen y aquellos de menor demanda, como el Volkswagen Arteon, serán discontinuos. El objetivo final de todo esto es "dar una nueva fuerza a la marca Volkswagen y posicionarla sólidamente para el crecimiento futuro", según palabras de Schäfer.

El programa se aplicará en consulta con los representantes de los trabajadores para definir las medidas hasta octubre, fecha en la que esperan que todas las medidas "estén en funcionamiento". Además, la marca ha creado una Oficina de Gestión de Proyectos que se encargará de desarrollar y gestionar el programa, liderada por Stephan Wöllenstein, hasta ahora consejero delegado del grupo Volkswagen en China.

Para la marca, el cumplimiento de este programa es clave para salvaguardar puestos de trabajo, financiar su futuro con recursos propios, seguir invirtiendo en nuevos vehículos y tecnologías, y modernizar las plantas y la formación de la plantilla.