
El ciclista neerlandés Mathieu van der Poel, representante del equipo Alpecin-Deceuninck, ha logrado un destacado triunfo en la 116ª edición de la clásica Milán-San Remo, la primera gran competencia del año 2025. En una emocionante jornada de 289 kilómetros entre Pavia y San Remo, Van der Poel demostró su calidad al superar en el esprint final a sus rivales, el italiano Filippo Ganna y el esloveno Tadej Pogacar, quienes terminaron en segunda y tercera posición, respectivamente.
Pogacar, quien es el actual campeón mundial, mostró su audacia al atacar desde el grupo de favoritos en la ascensión a Cipressa, situada a 25 kilómetros de la meta. Junto a él se unieron Van der Poel y Ganna, mientras que el italiano parecía perder terreno ante un nuevo ataque del esloveno en el último ascenso al Poggio, donde solo el neerlandés mantuvo el ritmo.
Sin embargo, en los últimos 1,000 metros, los tres ciclistas se reunieron de nuevo. Aunque Pogacar no manejó adecuadamente su estrategia de esprint, Van der Poel, con un despliegue impresionante de fuerza, recuperó la 'Classicissima', un título que ya había conseguido en 2023, logrando así la tercera victoria consecutiva para su equipo Alpecin-Deceuninck, tras el triunfo previo de su compañero belga Jasper Philipsen.
Desde el inicio de la competición, se formó una escapada compuesta por ocho ciclistas que llegó a tener una ventaja de 5:29 minutos sobre el grupo perseguidores a 250 kilómetros del final. No obstante, el equipo Alpecin-Deceuninck, liderado por el suizo Silvan Dillier, comenzó a desmantelar esta ventaja a medida que la prueba avanzaba. A este esfuerzo se unieron posteriormente escuadras como INEOS Grenadiers, Movistar Team y Decathlon AG2R La Mondiale.
Cuando se alcanzó el Passo del Turchino, a 148 kilómetros de la llegada, los escapados empezaron a perder tiempo, cayendo por debajo de los 2:30 minutos. Sin embargo, la falta de coordinación entre el equipo Alpecin-Deceuninck y Lidl-Trek, que se negaron a ayudar, permitió que los escapados recuperaran terreno, acumulando nuevamente más de cuatro minutos de ventaja.
El equipo INEOS Grenadiers tomó la iniciativa al aumentar el ritmo a 65 kilómetros de la meta, y en el Capo Mele la fuga comenzó a desmoronarse, a tan solo dos minutos de diferencia del grupo perseguidor. En Capo Cervo, la brecha se redujo a un minuto y medio, y en Capo Berta solo permaneció en la escapada el italiano Martin Marcellusi.
Con la Cipressa a la vista, Marcellusi fue alcanzado poco antes de los 25 kilómetros finales, momento en el que Pogacar emprendió su ataque, seguido de cerca por Van der Poel y Ganna. En el ascenso al Poggio, el esloveno intentó nuevamente un ataque, consciente de que superarlos en un esprint final sería complicado. Van der Poel mantuvo su cadencia y, a pesar de que Ganna parecía quedándose atrás, resistió los embates de Pogacar.
El nieto de Poulidor intentó varias veces desmarcarse en la subida, pero fue incapaz de desgastar a su adversario. Finalmente, llegaron juntos a la emblemática Vía Roma de San Remo, y a falta de un kilómetro, Ganna se unió a ellos. En el esprint reducido, el triunfo fue para Van der Poel, quien marcó un tiempo de 6:22:53.
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