Madrid, 26 de noviembre. En un llamado urgente a la acción, diversas organizaciones humanitarias que conforman el Comité de Emergencia Español, como Aldeas Infantiles SOS, EDUCO, Médicos del Mundo, Oxfam Intermón, Plan International y World Vision, han denunciado la alarmante situación de crisis humanitaria que atraviesa Sudán. Se estima que para finales de 2024, alrededor de cuatro millones de niños menores de cinco años estarán expuestos al hambre, mientras que 730,000 de ellos se enfrentarán a un estado de desnutrición aguda grave.
El presidente del Comité de Emergencia Español y director ejecutivo de World Vision, Javier Ruiz, ha enfatizado que "sin una asignación inmediata de recursos y un alto el fuego, millones de personas que padecen una grave inseguridad alimentaria verán cómo sus condiciones se deterioran hasta niveles catastróficos". Estas palabras reflejan la urgencia de una intervención que mitigue el sufrimiento de la población afectada.
Según el comunicado difundido por las organizaciones, el conflicto en Sudán ha desembocado en un desplazamiento masivo de personas a lo largo de más de un año y medio. La situación de hambre se ha tornado cada vez más grave, resultando en una de las crisis de desplazamiento más significativas del mundo, con 13 millones de sudaneses desarraigados, lo que equivale a aproximadamente una cuarta parte de la población del país.
Desde abril de 2023, cuando estalló el conflicto, se reporta que unos diez millones de personas se encuentran desplazadas dentro de Sudán, mientras que alrededor de dos millones han buscado refugio en naciones vecinas. La dificultad para acceder a alimentos está afectando a muchas familias, que frecuentemente deben enfrentar días enteros sin sustento adecuado, generando perspectivas sombrías para los próximos meses.
Las organizaciones humanitarias han señalado que más de 25 millones de personas en Sudán, es decir, más de la mitad de la población del país, están en condiciones de crisis alimentaria. Este panorama incluye 755,000 individuos que se encuentran al borde de una hambruna, especialmente en el norte de Darfur y ciertos campamentos de desplazados. La Integrated Food Security Phase Classification (IPC) ha calificado esta situación críticamente, advirtiendo que uno de cada cinco hogares enfrenta una carencia extrema de alimentos, lo que puede llevar a la muerte sin una intervención alimentaria inmediata.
Adicionalmente, las organizaciones han manifestado que Sudán está viviendo la mayor crisis de desplazamiento infantil en el mundo, con más de cuatro millones de niños y niñas que han tenido que huir de la violencia, buscando seguridad en países limítrofes como Sudán del Sur, Chad, República Centroafricana, Etiopía y Egipto.
La situación para las mujeres y niñas en Sudán se ha vuelto igualmente alarmante, con un riesgo incrementado debido a que "la violencia sexual se ha convertido en un arma habitual" en el contexto del conflicto. Se requiere atención urgente a estas cuestiones para evitar que sigan sufriendo en silencio.
En relación a Sudán del Sur, la situación se encuentra "al límite", según los informes de Oxfam Intermón. Con más de 1,000 personas cruzando a diario hacia campos de desplazados, estos han sido desbordados, operando a cinco veces su capacidad de acogida. Sudán del Sur ya arrastraba una crisis severa influenciada por conflictos, el cambio climático y escasez de alimentos, antes incluso de que el conflicto en Sudán se intensificara. Más de 2,2 millones de personas en Sudán del Sur eran desplazadas internas antes de estos sucesos, y ahora 9 millones requieren ayuda humanitaria.
La responsable de Acción Humanitaria de Oxfam Intermón, Pilar Orduña, ha declarado que "la escasez de alimentos, agua y refugios adecuados es crítica", una realidad agravada por la falta de financiación que enfrenta la ONU, alcanzando un alarmante 75%. Con tres cuartas partes de la población en necesidad de ayuda y una infraestructura desmoronada, la presión de la crisis sudanesa está a punto de provocar un colapso total en el país.
Frente a este panorama devastador, las organizaciones humanitarias del Comité de Emergencia Español insisten en la necesidad de "respetar el derecho internacional humanitario y establecer un alto el fuego" que prevenga más muertes y sufrimientos. Es fundamental satisfacer las necesidades humanitarias a través de un acceso inmediato y sin restricciones para así proteger a la población civil, especialmente a los más vulnerables: los niños.
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