Crónica España.

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"Triunfo de Trump favorecerá a Wall Street y al dólar, aunque provocará alza en las tasas de interés, advierte el mercado."

MADRID, 6 Nov. - La reciente victoria del republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos podría tener un impacto significativo en los mercados financieros, fortaleciendo tanto la Bolsa de valores como el valor del dólar. Sin embargo, este panorama optimista viene acompañado de la posibilidad de un aumento en las tasas de inflación y, por ende, de la implementación de una política monetaria más restrictiva, tal como han señalado diversos analistas del mercado consultados por Europa Press.

Analistas de Ebury han indicado que los mercados se están preparando no solo para una victoria clara de Trump en el colegio electoral, sino también para la posibilidad de que el Congreso sea controlado por los republicanos. Este aspecto es crucial, ya que determinará la capacidad del nuevo presidente para impulsar cambios en las políticas gubernamentales de Estados Unidos, según explican estos expertos.

A su vez, los analistas están observando las consecuencias de este cambio en el panorama internacional, que ya ha comenzado a notarse en ciertos mercados. "Estamos viendo ventas masivas de divisas de mercados emergentes, ya que los inversores anticipan un aumento en los aranceles estadounidenses, así como los riesgos geopolíticos elevados y una mayor incertidumbre global bajo la presidencia de Trump", han declarado.

Este contexto está provocando una notable depreciación, especialmente del peso mexicano, junto con la caída de acciones de empresas con exposición al mercado mexicano, como lo señala BBVA, que ha visto una disminución de hasta un 5% en la Bolsa española a mediodía.

Desde el punto de vista de los beneficiados en este escenario, el analista de IG, Sergio Ávila, ha destacado que los futuros de acciones estadounidenses y el valor del dólar están experimentando un aumento. Esto refleja la expectativa de los inversores sobre políticas empresariales favorables que podrían incluir recortes fiscales y reducción de regulaciones.

En Europa, Ávila ha observado que la reacción del mercado ha sido más cautelosa. Esto se debe al riesgo de una guerra comercial global que podría impactar negativamente en las exportaciones del continente, especialmente si Trump decide implementar aranceles significativos.

En el ámbito macroeconómico, los expertos de Lombard Odier han pronosticado que la economía estadounidense podría volverse más dinámica, mostrando un crecimiento superior al potencial y una inflación que supere el objetivo establecido por la Reserva Federal (Fed). "Es probable que las tasas de interés también se eleven más allá de las expectativas anteriores a las elecciones", auguran, insistiendo en que los fundamentos macroeconómicos seguirán siendo un aliciente para las inversiones.

En cuanto a la asignación de activos, se espera que tanto las acciones estadounidenses como las globales presenten un potencial de crecimiento en los próximos doce meses. Mientras los ingresos continúan aumentando y los márgenes se mantienen elevados, los analistas subrayan que sectores como el financiero, tecnológico y de defensa deberían experimentar un buen desempeño bajo la administración de Trump.

Además, prevén resultados positivos para el crédito de alto rendimiento y el oro, lo que añade otra capa de optimismo al mercado.

Por otro lado, ejecutivos de Julius Baer han señalado que anticipan un crecimiento ligeramente superior, una inflación en aumento y tasas de interés más altas en Estados Unidos. Esto podría llevar a una reacción inicial de “fuegos artificiales” en los mercados, ya que la victoria de Trump ha resultado ser más contundente de lo que muchos esperaban.

Estos expertos también han subrayado que la posible implementación de aranceles comerciales podría tener un efecto especialmente perjudicial para las acciones europeas y chinas. Sin embargo, sectores cíclicos, especialmente los industriales y las empresas de mediana capitalización de calidad, serían favorecidos en este contexto.

El gestor de carteras de Janus Henderson, Oliver Blackbourn, ha señalado que uno de los resultados más sorprendentes es la resiliencia de los mercados bursátiles fuera de Estados Unidos. "La renta variable europea y japonesa se está desempeñando bien, y la caída de China es posiblemente menor de lo que muchos temían, pese a las amenazas del presidente entrante hacia el comercio global", declaró.

En el ámbito de la renta fija, desde Julius Baer han indicado que los bonos corporativos han permanecido relativamente estables, absorbiendo parte del incrementado rendimiento que han enfrentado recientemente mediante el ajuste de los diferenciales.

A contracorriente, el bono del Tesoro estadounidense a 10 años ha aumentado aproximadamente 80 puntos básicos desde mediados de septiembre, lo que se debe, según estas instituciones, a la incertidumbre en el mercado del Tesoro y la elevada tasa de déficit que enfrenta el país. La potencial eliminación de impuestos por parte de la administración de Trump podría agravar esta situación.

"En otras palabras, continuaremos evitando extender nuestras inversiones a largo plazo de manera excesiva... Una estrategia de duración equilibrada, con buenas oportunidades en bonos con vencimientos de tres a siete años, es nuestra preferencia actual”, comentaron al respecto.

Finalmente, David Macià, director de inversiones y estrategia de mercados en Creand Asset Management en Andorra, ha enfatizado la importancia de las prometidas reducciones de impuestos, las cuales deberían inicialmente impulsar tanto el crecimiento económico como los mercados bursátiles y el dólar. Sin embargo, advirtió que las políticas de Trump son "claramente inflacionistas y tienden a aumentar un déficit ya considerable", lo que a su vez podría resultar en un aumento de las tasas de interés en los mercados.

Sobre este asunto, Blackbourn de Janus Henderson ha agregado que, ante la expectativa de menores recortes en las tasas de interés, los mercados de renta fija ya están manifestando preocupación por "la montaña de deuda estadounidense" y el aumento de rendimientos de los bonos del Tesoro a largo plazo. “Los inversores deben ser cautelosos; la subida a largo plazo no debería convertirse en un impedimento para la economía”, aconsejó, aunque se optimista respecto a que "un aterrizaje suave parece estar en gran medida descontado".