MADRID, 26 Nov. - Al menos cinco personas han muerto y otras tres han resultado heridas este domingo como consecuencia de un bombardeo israelí sobre el campamento de refugiados Yenín, en el norte de Cisjordania, ha informado la agencia palestina de noticias WAFA. Esta acción militar, llevada a cabo por Israel, ha tenido graves consecuencias para la población palestina.

Entre los heridos se encuentra una persona en estado grave, lo cual refleja la brutalidad de este ataque. Previo a esto, la misma agencia había informado sobre la trágica muerte de cuatro ciudadanos palestinos, incluyendo a un niño, y el herido de seis personas durante el asalto del Ejército de Israel a la ciudad de Yenín y el asedio del hospital Ibn Sina.

Lamentablemente, la Media Luna Roja palestina ha denunciado que las fuerzas israelíes han obstaculizado y impedido la llegada de equipos de servicios médicos de emergencia a los heridos, sometiendo a exhaustivas inspecciones a los vehículos de las ambulancias. Además, han asediado el hospital gubernamental de Yenín y el hospital Ibn Sina, impidiendo la correcta atención médica a los afectados.

Es alarmante observar cómo las acciones del Ejército israelí en Cisjordania se han intensificado desde la incursión del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) el pasado 7 de octubre, lo cual ha resultado en más de 1.200 muertos y 240 rehenes. Es evidente que la respuesta de Israel ha sido excesiva y desproporcionada, afectando gravemente a la población palestina.

La intolerancia y violencia del Ejército israelí no parece tener límites, ya que los ataques contra los palestinos en territorio cisjordano han dejado más de 200 víctimas mortales, incluyendo a 52 niños. En la Franja de Gaza, la cifra de muertos supera los 14.800, lo cual refleja la indiscriminada violencia ejercida por el Estado de Israel en contra de la población palestina.