Elon Musk, fundador de Tesla, se ve presionado a acelerar los despidos en la planta de China en medio de la competencia feroz de las marcas chinas en el mercado de vehículos eléctricos. Esta estrategia de reducción de plantilla busca recuperar la cuota de mercado perdida y satisfacer a los accionistas que exigen un cambio en la dirección de la compañía.

La gerencia en China ha intensificado los despidos, extendiendo aún más los recortes de plantilla anunciados anteriormente. Se espera que aproximadamente uno de cada diez empleados a nivel mundial sea despedido, lo que representa un golpe significativo para la plantilla global de Tesla.

Los despidos afectan a diversos departamentos, incluyendo el equipo de atención al cliente, ingenieros, trabajadores de la línea de producción y logística en la planta de Shanghai. Esta ubicación es clave en la producción global de la empresa y los despidos podrían tener un impacto significativo en las operaciones en China.

A pesar de las medidas tomadas, no se ha especificado cuántos empleados serán afectados ni cómo afectarán las operaciones de Tesla en China. La competencia con marcas locales como BYD ha afectado las ventas de Tesla en el país, con una disminución del 18% en los envíos desde la fábrica de Shanghai en abril.

En el mercado de vehículos eléctricos, Tesla ha sufrido una caída importante, reflejada en la disminución del valor de sus acciones en el Nasdaq. Durante el jueves, las acciones de la compañía perdieron más del 1%, llegando a cotizar por debajo de los 173 dólares por título. Desde principios de año, la acción ha experimentado una caída del 30%, lo que refleja la presión que enfrenta Elon Musk para revertir la situación de la empresa.