MADRID, 22 Sep. (CHANCE) -

La conocida Tamara Falcó y Íñigo Onieva anunciaron hace un año su compromiso matrimonial. En aquel momento, estaban llenos de alegría y no podían imaginar que su decisión tan importante se desvanecería en dos días. Sin embargo, como en un cuento de Disney, su amor logró superar los obstáculos y meses después se casaron.

La relación de Tamara e Íñigo comenzó en el mismo año en que la pandemia nos privó de nuestra libertad. Fueron discretos y se mostraron juntos en contadas ocasiones, pero su amor floreció de tal manera que el 22 de septiembre de 2022 anunciaron a través de sus redes sociales que se casarían.

Un día después, Íñigo se enfrentó a la peor noticia: su infidelidad a la Marquesa de Griñón durante el verano. Al principio negó la información a su prometida y luego, frente a las cámaras, también lo negó cuando asistieron juntos a una boda de amigos. Sin embargo, las excusas del empresario no fueron suficientes y, 24 horas después, Tamara abandonó el piso que compartían para mudarse a la casa de Isabel Preysler y recibir apoyo de sus seres queridos. La ruptura era un hecho y poco después hizo su primera aparición pública, pronunciando una frase que se quedaría para la historia: "Le dije 'que sepas que me da igual que hayan sido seis segundos o un nanosegundo en el metaverso, como esto sea verdad, esto acaba".

En esas declaraciones, Tamara aseguró que no habría una segunda oportunidad, pero ahora sabemos cómo terminó la historia y resulta que sí la hubo. Tamara siguió adelante por su cuenta y Íñigo desapareció del mapa, tanto que durante ese tiempo conocimos a su familia: su hermano Jaime, su hermana Alejandra y su madre Carolina, quienes fueron los únicos que se enfrentaron a los medios.

Sin embargo, llegó el día en que Íñigo "avisó" a los medios para hacer una especie de rueda de prensa en las afueras de uno de los restaurantes donde trabajaba. Pidió perdón públicamente a su ex prometida y solicitó respeto hacia su familia. Después de este acto caballeroso, empezamos a escuchar el nombre de Hugo Arévalo. Él era un amigo de Íñigo y se rumoreaba que se había convertido en la nueva pareja sentimental de Tamara. Sin embargo, ninguno de los dos confirmó nada y a finales de año ya sabíamos que los dos tortolitos se habían reconciliado.

Fue gracias al "espíritu de la Navidad" que Tamara decidió plantearse la posibilidad de asistir juntos a la misa del gallo. A partir de ese momento, comenzaron a tener conversaciones que ayudaron a sanar las heridas causadas. Pero no fue hasta el 31 de diciembre cuando a la Marquesa de Griñón se le ocurrió una idea. "El 31 dije: 'Yo quiero empezar el año bien'. Me pasé toda la tarde fatal y me puse a escribir una lista sobre las mil formas de amar. El 28 pasa lo de mi madre y Mario... Mi madre hace un comentario sobre mi tío Julio (Iglesias) acerca de lo que era estar enamorado y yo pensé: 'Si ellos nunca se han dado una oportunidad y ahora tienen vidas separadas'. Entonces me hizo clic", contó Tamara en 'El Hormiguero'.

Esa misma noche, Íñigo acudió a casa de Isabel Preysler y "hicieron las paces" para dejar atrás todo el ruido mediático. Decidieron ir al Polo Norte y hacer un viaje que los unió más que nunca. Desde entonces, la pareja ha permanecido unida y enamorada. Tanto es así que la boda siguió adelante y se dieron el "sí, quiero" el pasado 8 de julio. Es sorprendente que una pareja haya pasado por tantos acontecimientos en un año, pero la relación entre Tamara e Íñigo es así. Son capaces de superarlo todo.