El fabricante automotriz Stellantis ha hecho un anuncio preocupante este martes, revelando el cierre inminente de su planta de producción de furgonetas Vauxhall ubicada en Luton, Reino Unido, programado para abril. Esta decisión pone en riesgo más de 1.100 puestos de trabajo, aunque la empresa ha manifestado su intención de transferir a "cientos" de empleados a su fábrica de Ellesmere Port.

La reestructuración, que está en el horizonte a la espera de consultas programadas con sindicatos y empleados sobre las perspectivas futuras, implicará una significativa inversión de más de 50 millones de libras esterlinas (aproximadamente 59,85 millones de euros). Esta amount de dinero se destinará a realizar las adaptaciones necesarias en la planta de Ellesmere Port.

Para facilitar la transición, la compañía ha ofrecido apoyo a los empleados en su "reubicación", así como un "paquete atractivo" para aquellos que deseen mudarse a Ellesmere Port, que se localiza en el noroeste de Inglaterra, desde Luton, situado al norte de Londres.

En un evento celebrado en Londres en julio, Maria Grazia Davino, quien lidera Stellantis en el Reino Unido, lanzó una seria advertencia: la automotriz podría verse obligada a cesar su producción de vehículos en el país "en menos de un año" si el Gobierno británico no toma medidas urgentes para fomentar la demanda de automóviles eléctricos.

Actualmente, la legislación británica exige a los fabricantes vender al menos un 22% de coches eléctricos, lo que implica que deben esforzarse para que al menos uno de cada cinco vehículos vendidos sea completamente eléctrico. De no cumplir con este requisito antes de final de año, se enfrentarían a multas que podrían alcanzar hasta 15.000 libras esterlinas por cada coche eléctrico no vendido.

Este porcentaje del 22% se irá incrementando anualmente hasta alcanzar el 100% en 2035. En concreto, se prevé que suba al 28% en 2025, al 33% en 2026, al 38% en 2027, al 52% en 2028, al 66% en 2029, al 80% en 2030 y finalmente al 100% en 2035, año en el que también se prohibirá la venta de nuevos coches híbridos.

La decisión del gigante automotor Stellantis llega menos de una semana después de que Ford anunciara un plan significativo de reestructuración de sus operaciones en Europa, que resultará en el despido de 800 trabajadores en el Reino Unido como parte de una reducción total que podría alcanzar hasta 4.000 puestos en todo el continente.

Las acciones de Stellantis han mostrado un descenso en la Bolsa de Valores de Milán, cerrando la sesión bursátil de este martes con una caída cercana al 5%, cotizando alrededor de 12,19 euros por acción. Este bajón coincide con la noticia de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, estaría considerando la posibilidad de implementar un paquete de aranceles sobre las importaciones provenientes de México, Canadá y China desde el primer día de su mandato.