En un escenario global marcado por crecientes desafíos, tres naciones se preparan para ser anfitrionas de importantes cumbres internacionales. Sevilla, Belém y Johannesburgo serán los epicentros de la Cuarta Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo (FpD4), la COP30 y la reunión del G20, respectivamente.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, junto a sus homólogos de Brasil y Sudáfrica, Lula da Silva y Cyril Ramaphosa, han lanzado una convocatoria a fortalecer el multilateralismo. En sus declaraciones, abogan por una respuesta audaz y unida ante las crisis actuales, en un claro reproche a las políticas de aislamiento promovidas por algunas figuras, incluido el expresidente de EE.UU., Donald Trump.

En un artículo conjunto en la publicación de política internacional 'Le Grand Continent', los líderes subrayan que sus países se preparan para albergar tres cumbres cruciales para la cooperación global. Estos eventos se centrarán en abordar problemas ciertos que afectan al desarrollo sostenible y la justicia social.

Identifican como retos fundamentales las crecientes desigualdades, el fenómeno del cambio climático y la falta de financiación adecuada para el desarrollo sostenible. Estas cuestiones son consideradas interrelacionadas y urgentes, lo que lleva a los mandatarios a enfatizar que la solución requiere una acción conjunta, evitando movimientos hacia el aislamiento o políticas unilaterales.

Los líderes manifestaron su deseo de que las cumbres en Johannesburgo, Belém y Sevilla sean ejemplos de colaboración internacional, donde se demuestre que las naciones pueden unirse en favor de intereses comunes y objetivos colectivos.

La cumbre en Sevilla se enfocará en movilizar recursos tanto del ámbito público como privado para el desarrollo sostenible, con un énfasis en la conexión entre la estabilidad financiera y las acciones necesarias contra el cambio climático.

Por su parte, el G20 se orientará a fomentar un crecimiento económico que sea inclusivo, mientras que la COP30, que se celebra en Belém, pondrá su atención en la urgente necesidad de proteger nuestro planeta.

“Llamamos a todas las naciones, a las instituciones internacionales, al sector privado y a la sociedad civil para que respondan con responsabilidad”, concluyen Sánchez, Lula y Ramaphosa, insistiendo en que el éxito del multilateralismo es esencial. “No podemos permitirnos el lujo de fracasar, hay demasiado en juego”, advierten.