El Athletic Club comenzó la temporada de LaLiga EA Sports de manera inmejorable al lograr una victoria por la mínima sobre el Rayo Vallecano en su estadio de San Mamés. Este encuentro, que tuvo lugar el pasado lunes, se decidió gracias a un penalti ejecutado por Oihan Sancet, quien hizo su regreso tras una lesión y debutó oficialmente en la actual campaña. Con este resultado, el equipo dirigido por Ernesto Valverde suma dos triunfos en dos partidos, colocándose en lo más alto de la clasificación.

El único gol del encuentro llegó desde el punto de penalti, una falta provocada por el propio Sancet. Aunque el Rayo Vallecano comenzó el partido mostrando buenas intenciones, el Athletic logró cambiar la dinámica a su favor y capitalizar la ocasión. Esta victoria marca un inicio de campeonato perfecto para los vascos, un logro que no alcanzaban desde la temporada 2013-14.

Los visitantes tomaron la delantera en los primeros compases del encuentro. De hecho, estuvieron muy cerca de marcar en los primeros cinco minutos, cuando un malentendido en la defensa del Athletic permitió a De Frutos rematar, aunque su intento se quedó corto gracias a una ligera intervención de Unai Simón. Con el paso del tiempo, los leones comenzaron a reaccionar, creando peligro con un tiro de Berenguer que se estrelló contra Pathé Ciss, y otra oportunidad de Nico Williams que obligó a Augusto Batalla a intervenir.

La primera mitad se desarrolló de manera equilibrada, con ambos equipos intercambiando ocasiones, lo que llevó a Valverde a realizar cambios tácticos en el descanso. Sancet, quien regresaba de su lesión, sustituyó a Maroan Sannadi, mientras Iñaki Williams se posicionó en el centro del ataque. Este ajuste permitió al equipo bilbaíno tomar las riendas del partido, y tras un excelente centro de Nico Williams, Iñaki estuvo muy cerca de marcar el primer gol.

En la segunda parte, el Athletic mostró una cara renovada, asumiendo un papel más proactivo en el juego. Nico Williams se convirtió en el motor del ataque, disparando en dos ocasiones que, aunque no culminaron en gol, se convirtieron en presagios del tanto que vendría. El Athletic intensificó su presión, y un error del mediocampista rayista Gumbau, quien también cometió un penalti tras revisión del VAR sobre Sancet, otorgó una oportunidad clara al equipo local.

Sancet se encargó de ejecutar la pena máxima, engañando a Batalla con su tiro centrado. Este gol no solo le dio la ventaja al Athletic, sino que también les permitió controlar el ritmo del partido, reduciendo la velocidad de juego y minimizando los riesgos. En los últimos minutos, el Rayo Vallecano, a pesar de su esfuerzo, mostró más corazón que juego, y la defensa del Athletic se mantuvo sólida, evitando sobresaltos para Unai Simón.

Con esta victoria, el Athletic Club celebra un inicio perfecto, acumulando seis puntos en dos jornadas y posicionándose junto a gigantes como el Real Madrid, Barcelona y Villarreal en las primeras plazas de la tabla. Un comienzo de temporada que entusiasma a los aficionados y promete emociones en el campeonato.