El piloto español de Fórmula 1, Carlos Sainz, ha conseguido finalmente cosechar un resultado positivo en el Gran Premio de Singapur, culminando en la décima posición y asegurando el último punto disponible. Tras una carrera caracterizada por la falta de sorpresas y la ausencia de coches de seguridad, Sainz se mostró contento con su actuación.

Describiendo la carrera como "aburrida", Sainz admitió que las expectativas eran altas debido a las posibilidades de lluvia y la aparición de safety cars que podrían haberle permitido escalar más posiciones. Sin embargo, el español destacó que su buen ritmo le permitió capitalizar su estrategia y lograr un avance considerable, especialmente en el tramo final cuando pudo utilizar neumáticos blandos para superar hasta seis coches.

Aunque comenzó la carrera en la última posición tras ser descalificado en la clasificación, Sainz analizó la crucial gestión de su neumático medio a lo largo del evento. Reconoció que las últimas vueltas fueron complicadas debido a la presión de competidores con gomas más frescas, pero se mostró satisfecho con su capacidad para mantener el control y esperar el momento adecuado para cambiar a los blandos.

El piloto madrileño subrayó la dificultad del trazado de Singapur, donde los neumáticos traseros suelen ser un reto. Sin embargo, Sainz se mantuvo tranquilo y logró completar su estrategia con éxito, destacando la importancia de haber podido avanzar en una carrera en la que no se esperaba poder adelantar con facilidad. Se sintió orgulloso de haber superado a ocho rivales en un entorno tan complicado.

Finalmente, Sainz enfatizó la importancia de cada punto en la contienda por el campeonato, señalando que su equipo logró limitar las pérdidas frente a Aston Martin, lo que es vital en la lucha por la clasificación. A pesar de las adversidades, su actuación en Singapur refleja su perseverancia y la capacidad de adaptarse a las circunstancias de la carrera.