El Parlamento Europeo ha confirmado a Roberta Metsola, del Partido Popular Europeo (PPE), como presidenta por dos años y medio más, con una mayoría abrumadora de 562 votos a favor de los 623 totales. La candidata alternativa de la Izquierda, Irene Montero, no logró conseguir suficiente apoyo para competir efectivamente.

En su discurso, Metsola instó a un Parlamento fuerte en una Unión fuerte, destacando la importancia de fortalecer las operaciones para lograr los objetivos legislativos deseados. Su apoyo provino de una coalición entre el PPE, los Socialistas y Demócratas, y los liberales, como parte de un acuerdo más amplio que incluye la renovación de otros altos cargos de la UE.

Los Conservadores y Reformistas Europeos también respaldaron la reelección de Metsola, elogiando su compromiso con el diálogo y su capacidad para mantener la ecuanimidad incluso en medio de desacuerdos. Por su parte, la Izquierda presentó a Montero como una alternativa para representar una voz de oposición dentro del Parlamento.

Tras la reelección de Metsola, el pleno del Parlamento Europeo continuará con la elección de vicepresidentes y cuestores. La décima legislatura se inicia con un Parlamento más fragmentado y un aumento de la presencia de la extrema derecha, con tres grupos representativos de esta corriente política.

El PPE, como partido más votado en las elecciones recientes, ha logrado sumar 188 escaños, seguido por los Socialistas y Demócratas y la nueva alianza de ultraderecha, Patriotas por Europa. La composición del Parlamento refleja un aumento de la diversidad, con más mujeres ocupando escaños y un gran porcentaje de eurodiputados novatos.