Rivian, el destacado fabricante estadounidense de vehículos eléctricos, se encuentra en la etapa final de negociación con el Departamento de Energía para asegurar un préstamo condicional de hasta 6.600 millones de dólares, destinado a la construcción de una nueva planta en Georgia. Este apoyo financiero llega en un momento crucial, ya que la compañía intenta expandir su capacidad productiva en un entorno cada vez más competitivo.
Aunque Rivian ha visto un ligero retroceso en sus acciones, con una caída superior al 2% en la apertura de la Bolsa de Nueva York, su valor se sitúa ahora en 11,41 dólares. Este descenso se produce en medio de la creciente competencia impulsada por nuevas iniciativas estatales en California y las posibles tarifas comerciales que podría implementar el presidente electo, Donald Trump, lo que podría obstaculizar la rápida adopción de vehículos eléctricos en el país. A lo largo del año, Rivian ha experimentado una reducción aproximada del 50% en su capitalización de mercado.
Según las declaraciones de la empresa, la nueva planta en Georgia está prevista para iniciar operaciones en 2028, donde se fabricarán los modelos R2 y R3. Rivian ha indicado que las negociaciones en curso con el Departamento de Energía bajo la administración de Joe Biden deberían concluir antes de que Trump asuma el cargo el 20 de enero.
A principios de este año, en respuesta a la disminución de la demanda de vehículos eléctricos, Rivian detuvo la construcción de su fábrica en Georgia, a la espera de confirmar los subsidios estatales necesarios para financiar el proyecto, el cual promete crear cerca de 7.500 empleos para 2030.
RJ Scaringe, director ejecutivo de Rivian, ha expresado que el préstamo podría permitir a la compañía aumentar agresivamente su producción en Estados Unidos y ofrecer sus modelos R2 y R3 a precios competitivos en el mercado. Esta noticia se produce tan solo una semana después de que Rivian y la gigante automotriz Volkswagen anunciaron una asociación estratégica, donde el fabricante alemán aportará 5.800 millones de dólares para desarrollar conjuntamente arquitecturas de software y plataformas de vehículos eléctricos para ambos fabricantes.
Con esta alianza, ambos fabricantes buscan abarcar todos los segmentos relevantes de vehículos, incluyendo los subcompactos, utilizando la experiencia de Rivian en tecnología eléctrica y software, así como la escala y capacidades de Volkswagen en la industria automotriz global.
El principal objetivo de esta colaboración es optimizar y utilizar la arquitectura eléctrica y el software existente de Rivian, con la proyección de que el modelo R2 sea lanzado en la primera mitad de 2026 y los primeros vehículos de Volkswagen lleguen al mercado a partir de 2027.
Volkswagen, por su parte, tiene planeado invertir 1.300 millones de dólares en la empresa conjunta a cambio de licencias de propiedad intelectual y un 50% de participación en el capital. La inversión adicional de hasta 3.500 millones de dólares se contempla en forma de capital, notas convertibles y deuda, condicionado a alcanzar ciertos hitos futuros.
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