En un movimiento significativo dentro del sector energético, Repsol ha decidido desprenderse de sus activos de gas y petróleo en Colombia, alcanzando un acuerdo de venta con GeoPark por un monto total de 530 millones de dólares, equivalente a aproximadamente 500,7 millones de euros. Este anuncio se realizó el pasado viernes, marcando un hito en las estrategias comerciales de ambas compañías.
El convenio estipula la adquisición por parte de GeoPark del 100% de Repsol Colombia O&G Limited, la cual cuenta con una participación del 45% en el Bloque CPO-9, localizado en el Departamento del Meta, donde la operación está a cargo de Ecopetrol, que posee el 55% restante. Además, este acuerdo incluye la participación del 25% de Repsol en SierraCol Energy Arauca, la empresa que gestiona el campo Llanos Norte en el Departamento de Arauca.
GeoPark ha enfatizado en su comunicado que esta integración de activos enriquecerá su cartera, dado que se trata de activos de "alta calidad" situados en la Cuenca de los Llanos, una de las áreas petrolíferas más fructíferas del país sudamericano. GeoPark ya se encuentra operando en esta región, lo que refuerza su posición en un mercado estratégico.
La empresa ha indicado que esta adquisición se alinea de manera sólida con su estrategia de crecimiento, asegurando así el acceso a activos significativamente competitivos y cuencas comprobadas. Esto les permitirá consolidar una cartera de petróleo y gas que sea altamente rentable, confiable y sostenible a lo largo de América Latina, un aspecto que resalta su compromiso con el desarrollo en la región.
GeoPark ha añadido que la cartera adquirida a Repsol en Colombia ofrecerá producción inmediata, reservas, así como flujos de caja tanto a corto como a largo plazo, todo ello con una baja inversión de capital. Además, han señalado la existencia de un importante potencial de crecimiento de bajo riesgo y posibilidades de exploración que pueden ser aprovechadas en un futuro cercano.
El financiamiento de esta operación se llevará a cabo a través de una combinación de recursos en efectivo y deuda, que incluye una línea de crédito amortizable de hasta 345 millones de dólares, cifra que equivale a 326 millones de euros. Esta línea ha sido gestionada por Macquarie Bank, destacando la colaboración financiera en el ámbito empresarial.
Por su parte, Repsol ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que esta transacción forma parte de su estrategia de rotación de activos, un enfoque que busca optimizar su cartera y maximizar su eficiencia operativa en el contexto actual del mercado energético global.
Es importante señalar que esta operación se encuentra sujeta al cumplimiento de ciertas condiciones suspensivas, típicas en este tipo de transacciones. Estas incluyen las aprobaciones pertinentes y el derecho preferente de los socios actuales de Repsol en los proyectos que se ven involucrados en el acuerdo, lo que añade un nivel de complejidad a la culminación de esta venta.
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