En un emocionante encuentro celebrado en el Mercedes-Benz Stadium de Atlanta, el París Saint-Germain se impuso con un claro 2-0 al Bayern de Múnich, asegurando su lugar en las semifinales del Mundial de Clubes. Los goles decisivos fueron obra de Désiré Doué y Ousmane Dembélé, quienes supieron aprovechar las oportunidades al final del partido.

Bajo la dirección de Luis Enrique, los parisinos buscan no solo consolidar su dominio en el fútbol europeo, sino también añadir un nuevo trofeo a su vitrina tras conquistar su primera Champions League. A pesar del control ejercido por el Bayern, que presionó intensamente y mostró un juego rápido y vertical durante gran parte del partido, los alemanes no lograron concretar sus oportunidades en ambas áreas.

El PSG, que se vio obligado a jugar con solo nueve hombres tras las expulsiones de Willian Pacho y Lucas Hernández, se las ingenió para resistir el embate bávaro. La actuación sobresaliente de Gianluigi Donnarumma, que destacó no solo en sus paradas, sino también por su papel en una lamentable lesión de Jamal Musiala, fue clave para mantener el arco en cero durante la primera mitad.

Con la presión del Bayern aumentando, fue en el momento crucial que Doué y Dembélé, figuras destacadas en la histórica campaña del PSG, se hicieron valer. Ambos ya habían dejado su huella en la final de la Champions League contra el Inter de Milán y, en esta ocasión, sentenciaron el encuentro para enviar a su equipo a una nueva fase del torneo donde se enfrentarán al Real Madrid o al Borussia Dortmund.

A pesar de la derrota, el Bayern mostró determinación en su juego. Tras un primer susto con un intento de Doué, los alemanes presionaron con fuerza, haciendo que el PSG se sintiera incómodo en defensa, algo poco habitual para los parisinos. Las combinaciones entre Harry Kane y Michael Olise amenazaron el marcador, pero Donnarumma se erigió como un muro impenetrable.

Aunque el arquero italiano se retiró al vestuario conmocionado por la lesión de Musiala, el PSG buscó imponer su juego en la segunda mitad. Manuel Neuer, por su parte, tuvo intervenciones clave, como en un remate de Bradley Barcola. En un partido muy dinámico y con un ritmo intenso, el Bayern continuó creando peligro, sobre todo a través de Olise.

La falta de precisión se convirtió en el principal hándicap en un encuentro repleto de acción. Fue entonces cuando un robo de Joao Neves a Kane permitió que Doué abriera el marcador con un certero disparo. Aunque el Bayern tuvo dos goles que fueron anulados por fuera de juego, Doué, junto con Dembélé, aumentó la cuenta a 2-0, dando tranquilidad al PSG.

Dembélé, quien había ingresado al campo en el minuto 70 gestionando su estado físico, culminó la tarea ante un Bayern que no logró concretar las oportunidades que tuvo. A pesar de la presión final del equipo alemán, que incluso vio como un potencial penalti fue revisado y rechazado por el VAR, el PSG sale reforzado de este encuentro, afianzando su imagen como uno de los equipos más temidos de Europa en su búsqueda por convertirse en el mejor del mundo.