El gigante alemán Porsche ha registrado una disminución del 29,8% en su beneficio neto, alcanzando los 2.765 millones de euros hasta septiembre. Esta caída se debe al desplome de las ventas en China y a la desaceleración en la demanda de sus modelos eléctricos.

La facturación durante este período se redujo un 5,2%, llegando a los 28.564 millones de euros, de los cuales 25.899 millones correspondieron a su división de automóviles, disminuyendo un 6,9%.

El ebit del grupo automovilístico cayó un 26,7%, hasta los 4.040 millones, y la rentabilidad sobre ventas se redujo al 14,1%. En el tercer trimestre, los ingresos bajaron un 6,1% llegando a los 9.107 millones de euros.

En este contexto, Porsche vendió 221.304 vehículos hasta septiembre, lo que representa un descenso del 12% en comparación con el año pasado. Las entregas también retrocedieron un 6,9%, llegando a los 226.026 coches, debido a la baja demanda en China, donde las matriculaciones cayeron casi un 29%.

Ante esta situación, desde el grupo anunciaron que la empresa no renunciará al mercado chino, pero deberá enfrentar la realidad. Se espera que las ventas de vehículos en China permanezcan estancadas en 2025 en comparación con este año, y Porsche reducirá su red de concesionarios en el país asiático.

Para adaptarse a estos cambios, Porsche está considerando reducir costos y revisar su línea de modelos. La desaceleración en la demanda global de vehículos eléctricos es otro factor que está siendo evaluado, según admitió el director financiero, Lutz Meschke, quien señaló que el tercer trimestre fue el más débil del año.

Meschke también admitió que los ajustes reducirán la estructura de la empresa para reflejar unas ventas anuales globales de alrededor de 250.000 vehículos, por debajo de las más de 300.000 unidades matriculadas en años anteriores.

A pesar de los desafíos, Porsche mantiene sus previsiones para el resto del año, esperando ventas entre 39.000 y 40.000 millones de euros y un margen operativo entre el 14% y el 15%, confiando en una recuperación de la demanda en los próximos meses.

En julio, Porsche redujo sus proyecciones anuales, indicando que esperaba obtener un rendimiento de venta de hasta el 15%.