En un contexto de creciente tensión por las sanciones impuestas por Estados Unidos, Panamá ha tomado la firme decisión de cancelar los registros de 107 embarcaciones. Esta acción se produce en respuesta a las protestas de la Administración estadounidense, que ha criticado la actitud del gobierno panameño frente al tránsito de barcos que transportan mercancías, especialmente petróleo, hacia naciones como Irán, Rusia y Venezuela, que están bajo un régimen de sanciones.

La Autoridad Marítima de Panamá ha hecho pública su acción, afirmando que los barcos afectados figuran en las listas de advertencia de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de Estados Unidos, así como en las relacionadas con la Unión Europea y el Reino Unido. Este movimiento es visto como un paso necesario para mantener la integridad y reputación del registro marítimo panameño.

El comunicado de la autoridad explica que esta medida tiene como objetivo que "ningún buque o propietario vinculado a actividades ilícitas opere bajo pabellón panameño". Además, se asegurarán los derechos legales de las partes involucradas y se mantendrá la validez de las hipotecas navales asociadas a estas embarcaciones. Es relevante mencionar que otras 18 naves también se encuentran en proceso de cancelación.

Para fortalecer estas acciones, la Autoridad Marítima ha iniciado la implementación de nuevos sistemas tecnológicos diseñados para detectar barcos con posibles conexiones a actividades ilegales. Con el fin de reforzar su marco legal, la Dirección General de Marina Mercante está llevando a cabo una revisión de su legislación nacional, asegurándose de que cumple con los estándares de seguimiento establecidos por los convenios internacionales.

Finalmente, en su comunicado, Panamá reitera su compromiso con la transparencia y la seguridad en el sector marítimo, así como su determinación para combatir el uso indebido de su bandera en actividades ilícitas, consolidándose como un líder en la industria marítima a nivel global.