Orbán califica de "provocativas" las críticas de Zelenski y lo responsabiliza por rechazar una tregua.

En un ambiente político tenso, el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha decidido no responder a las recientes declaraciones del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, quien ha calificado la mediación del líder húngaro como una "provocación". Orbán ha subrayado que la responsabilidad de considerar la propuesta de alto el fuego que él mismo ha presentado a Vladimir Putin recae en Zelenski y no en él, dejando claro que no se dejará arrastrar a un debate público sobre el tema.
“No responderemos a ninguna provocación. Hay una propuesta de alto el fuego sobre la mesa. Tómala o déjala”, ha manifestado Orbán a través de su cuenta en X, refiriéndose a las críticas que Zelenski ha lanzado en días recientes respecto a su intento de mediación en el conflicto con Rusia. Este intercambio de palabras refleja la creciente tensión entre los líderes, donde cada uno busca posicionarse ante la compleja situación en la región.
Zelenski, por su parte, no ha escatimado en críticas hacia Orbán, sugiriendo que no requiere de intermediarios en su lucha y cuestionando la capacidad de Hungría para influir en Rusia. “¿Orbán tiene un Ejército? ¿Cómo va a presionar a Putin? ¿Con anécdotas? ¿Con sonrisas?” se preguntó el presidente ucraniano este martes ante autoridades locales, desestimando el papel de Orbán en la mediación del conflicto.
A pesar de la animosidad, es notable que Orbán ha mantenido un enfoque pragmático, incluso viajando a Moscú en julio, a pesar de las restricciones impuestas por otros miembros de la Unión Europea hacia Putin. En su reciente comunicación con el presidente ruso, el líder húngaro propuso un canje masivo de prisioneros y un alto el fuego durante la Navidad, un gesto que Moscú ha interpretado como una muestra del rechazo por parte de Kiev a comprometerse en la búsqueda de soluciones al conflicto.
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