En Madrid, el 31 de octubre, se respira un aire de nostalgia y emotividad en torno a Nuria González, quien recientemente conmemoró el segundo aniversario de la pérdida de su esposo, Fernando Fernández Tapias, fallecido el 25 de octubre de 2021. La semana pasada, Nuria se presentó públicamente muy afectada durante un homenaje en el que sus hijos, Iván y Alma, la acompañaron, recordando la significativa contribución de Fernando como presidente de la Confederación Empresarial de Madrid desde 1985 hasta 2002.

En este nuevo encuentro, Nuria fue reconocida con un galardón en la gala "Flamenco en la piel SIMOF Madrid 2025", donde se le destacó por su “alma flamenca”, a pesar de sus raíces palentinas. Durante su discurso, expresó cómo recibir premios no era algo que buscara, pero recordó a un querido amigo, Arturo Fernández, quien le aconsejaba siempre aceptar tales reconocimientos. “El flamenco es vida”, dijo, enfatizando que para ella es una forma de sentir y respirar, revelando su profundo amor por el sur de España.

Al dedicarse el premio a sus hijos y a todos los amantes del flamenco, Nuria se mostró profunda y agradecida. Sin embargo, fue cuando la prensa le preguntó acerca de lo que Fernando habría sentido al ver su triunfo que la emoción la invadió. “Estaría encantado. Sé que está encantado”, declaró entre lágrimas, visiblemente afectada. Salió del photocall sin poder contener su llanto, recibiendo el consuelo de algunos asistentes, incluyendo a renombrados artistas como Carmen Linares y Farru, así como a Claudia Jiménez, hija de Raquel Revuelta.