María Jesús Montero, vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, ha reafirmado hoy la determinación del Gobierno de España de mantener los impuestos a las energéticas y a la banca, aunque ha admitido que sin un respaldo suficiente en el Congreso, no se podrá seguir adelante con estos impuestos.
Para Montero, estas figuras tributarias han demostrado ser efectivas, incluso en Europa durante la pandemia, y ahora se busca darles una mayor continuidad. La ministra ha expresado su deseo de lograr los apoyos necesarios en el Congreso.
Ante la amenaza de Junts de no apoyar el impuesto si Repsol traslada una inversión de Tarragona a Portugal, Montero ha afirmado que el Gobierno buscará persuadir mediante el diálogo sobre los beneficios de mantener este impuesto, especialmente para aquellos con mayores beneficios.
Montero ha destacado que estos impuestos permitirán una mejor política de vivienda, mayor financiación para la sanidad, la dependencia y políticas de igualdad de oportunidades, en beneficio de todos los ciudadanos.
En cuanto al calendario para la reforma fiscal, comprometido con Europa para recibir el próximo pago de los fondos europeos, la ministra ha asegurado que el Gobierno está trabajando con Bruselas y los grupos políticos del Congreso para cumplir con lo acordado.
Montero ha reconocido que estos debates requieren tiempo y diálogo, ya que las aspiraciones de algunos grupos políticos pueden diferir. No obstante, el Gobierno está comprometido en avanzar en este proceso.
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