Crónica España.

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Montero defiende a su jefe de gabinete mientras Gamarra advierte del riesgo de incendiarse.

Montero defiende a su jefe de gabinete mientras Gamarra advierte del riesgo de incendiarse.

En un nuevo enfrentamiento político, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, se ha visto envuelta en una intensa sesión de control en el Congreso, donde defendió la integridad de su jefe de gabinete, Carlos Moreno, ante las acusaciones de corrupción planteadas por el Partido Popular (PP).

El origen del conflicto radica en las declaraciones del empresario Víctor de Aldama, quien ha afirmado haber entregado 25.000 euros a Moreno a cambio de un aplazamiento tributario. Cuca Gamarra, secretaria general del PP, ha aprovechado esta controversia para advertir a Montero sobre la inminente posibilidad de que la corrupción la alcance, sugiriendo que podría estar "a punto de quemarse".

Durante la sesión, Gamarra dirigió preguntas incisivas hacia Montero, cuestionando la naturaleza de los encuentros entre Moreno y Aldama, instando a la vicepresidenta a aclarar si pudo haber alguna contraprestación en dichas reuniones. La líder del PP no dudó en insistir en la importancia de estos encuentros, preguntando a Montero si ella había estado presente y demandando garantías de que Aldama no había recibido favores a cambio de esos pagos.

Por su parte, la diputada Patricia Rodríguez Callejera también interpeló a Montero, pidiéndole que revelara quién daba órdenes a su jefe de gabinete y con cuántas empresas ajenas a la trama se había reunido para ofrecerles ayuda.

Montero defendió vehemente la honorabilidad y el compromiso de Carlos Moreno, afirmando que él es un servidor público digno, y que quienes acusan a Moreno están propagando un engaño. “Vuelvo a poner, como siempre, la mano en el fuego”, subrayó mientras recalibraba la narrativa en torno a las acusaciones. La vicepresidenta destacó que la mayoría de los grupos parlamentarios apoyan su defensa debido a la falta de evidencias en su contra.

En respuesta a las acusaciones de que Moreno había estado involucrado en actividades inapropiadas, Rodríguez Callejera insinuó que esto podría tener similitudes con otros comportamientos, mencionando incidentes donde Montero supuestamente filtró información fiscal de particulares, lo que ilustra un entorno de “favores” que se nutre de prácticas dudosas. Desafiante, preguntó a la ministra de Hacienda si tenía conocimiento de estos hechos y si había hablado sobre ello con su círculo de confianza.

“El otro día, todos los españoles quedamos estupefactos al oír las recomendaciones de Aldama, sugiriéndole que fuera a la farmacia a comprar algo para las quemaduras”, afirmó Rodríguez Calleja, quien a su vez instó a Montero a reconocer que su partido ya está “quemado” por la corrupción y que la única salida viable es una marcha rápida de sus escaños. También retó a Montero a respaldar a otros referentes de su partido que han estado bajo el escrutinio público.

Montero, en una réplica mordaz, criticó al PP, accusingolos de convertirse en defensores perpetuos de delincuentes confesos, apuntando a Aldama y a la pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Confiando en que su defensa era sólida, también instó a Gamarra a preguntarle a su líder, Núñez Feijóo, sobre el uso de dinero negro para financiar su despacho.

La vicepresidenta concluyó su intervención enfatizando que el Partido Popular carece de sustancia en sus acusaciones, afirmando que lo único que ofrecen son bulos y mentiras. "Los ciudadanos lo saben", sentenció, dejando claro que el público es consciente de las artimañas políticas que intenta orquestar la oposición.

Aunque el debate estuvo centrado en la corrupción, también hubo espacio para discutir la economía. Gamarra señaló que España tiene una alarmante tasa de pobreza infantil y criticó la obstrucción de una ley que buscaba eliminar un impuesto sobre la generación eléctrica. Montero defendió los logros económicos de su gobierno y recordó que el PP ha votado en contra de las políticas que han permitido a España disfrutar del mayor crecimiento entre los países avanzados y de una tasa de desempleo más baja desde 2007.

Finalmente, Montero recordó a Rodríguez Calleja que, mientras el gobierno anterior incrementó los impuestos en cantidades notables, el actual ha llevado a cabo recortes significativos que benefician a la clase media. Esta serie de intercambios ilustra la tensión entre dos visiones opuestas sobre la gestión pública en España, dejando claro que el enfrentamiento entre el PSOE y el PP sigue siendo intenso y divisivo.