El Hospital Nasser, ubicado en el sur de la Franja de Gaza, ha colapsado debido a los intensos combates y bombardeos en la zona. Anteriormente, este hospital era el centro médico más grande en funcionamiento en el área. La falta de atención médica pone en peligro la vida de las personas, ya que tanto el Hospital Nasser como el Hospital Europeo de Gaza son prácticamente inaccesibles. Esto ha llevado a la falta de un sistema de salud en Gaza, según la coordinadora médica de MSF en los Territorios Palestinos Ocupados, Guillemette Thomas.

La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) ha advertido que la población de Gaza se ha quedado sin opciones para recibir tratamiento en caso de grandes flujos de heridos de guerra. El hospital Nasser tiene una capacidad quirúrgica prácticamente inexistente y el personal médico se enfrenta a la situación con suministros insuficientes para hacer frente a un gran número de víctimas.

A pesar de la situación crítica, entre 300 y 500 pacientes con lesiones de guerra aún se encuentran en el hospital sin poder ser evacuados debido a la peligrosidad de la situación y la falta de ambulancias.

Desde MSF se ha demandado que los ataques sistemáticos contra la atención sanitaria deben terminar para que los heridos puedan recibir la atención que necesitan. Además, han destacado la importancia de un alto el fuego inmediato y sostenido para detener la pérdida de vidas civiles y permitir el flujo de ayuda humanitaria y suministros vitales.

Paralelamente, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) ha instado a las autoridades de Israel a tomar todas las medidas posibles para proteger a la población palestina de la Franja de Gaza. Sin embargo, desde MSF han indicado que sin un alto el fuego inmediato y sostenido, las medidas provisionales dictadas por la CIJ no pueden aplicarse.

Jan Yunis se ha convertido en un objetivo prioritario para el Ejército de Israel, ya que creen que altos cargos de Hamás se encuentran escondidos en esta zona de la Franja. Tras más de tres meses de ofensiva israelí, las autoridades del enclave han denunciado miles de muertes causadas por la ofensiva, así como ataques en Cisjordania y Jerusalén Este.