Las ventas de coches en Rusia durante 2022 se han desplomado un 59% respecto al año anterior, lo que traduce en una caída de alrededor de un millón de matriculaciones. Las sanciones aplicadas al país tras la invasión de Ucrania han provocado la salida de las firmas automovilísticas occidentales del mercado, dejando el campo libre a empresas chinas.

Según un informe elaborado por Jato Dynamics, el mercado automovilístico ruso depende cada vez más de los importadores, y el abandono de las marcas occidentales ha dado la oportunidad a las chinas de ampliar su presencia en el sector. La directora de Jato Dynamics para Europa del Este, Irina Dedova, ha señalado que el mercado ruso es el vigésimo primero más grande del mundo en 2022, y que la retirada de las marcas occidentales ha creado una oportunidad para China.

Marcas como Mercedes-Benz, Volkswagen y Renault han anunciado en los últimos meses su retirada del mercado ruso. La actividad de otras compañías como Stellantis también está en paralización, y Toyota ha vendido su planta en San Petersburgo. La firma Michelin está ultimando la transferencia de su fábrica en Davydovo tras poner fin a sus actividades en el país en marzo de 2022.

En resumen, el mercado automovilístico ruso está en crisis debido a las sanciones aplicadas al país, lo que abre las puertas a las empresas chinas para ampliar su presencia en el país. La retirada de las marcas occidentales ha dejado el campo libre a los importadores, lo que ha hecho que el mercado ruso dependa cada vez más de ellos.