MADRID, 7 de octubre - En un reciente giro de los acontecimientos en el ámbito mediático, Carlo Costanzia ha decidido romper el silencio que había mantenido durante semanas respecto a las controversiales memorias de su madre, Mar Flores. En su relato, la modelo aborda su tumultuosa relación con su ex esposo, Carlo Costanzia di Costigliole, y los problemas de comportamiento que ha enfrentado su hijo, quien ha estado en conflictos con la ley en el pasado debido a una condena por estafa agravada.

En una aparición en el programa '¡De Viernes!', Carlo ha expresado sus pensamientos sobre el asunto familiar, manifestando que no desea involucrarse en la disputa pública entre sus padres. Sin embargo, sus declaraciones han sido interpretadas por muchos como una defensa de su padre. "Pienso que mi madre debería haber manejado ciertos temas en privado y resolver otros a través del sistema judicial, no exponiendo todo esto así. Noto que lo más adecuado es que cada quien se encargue de sus problemas en la intimidad de su hogar, y no es apropiado que todo el público esté al tanto", afirmó contundentemente.

Aunque Carlo declaró que tiene una buena relación con Mar, se mostró renuente a comentar sobre las acusaciones de maltrato que ella ha realizado en su libro. "Mi madre menciona cosas muy graves sobre mi padre que prefiero no discutir. Hemos tenido charlas en privado, donde le he hecho saber mis reservas respecto a lo que consideraba acertado o no. Ella entiende mi perspectiva y sabe que no es fácil para mí", confesó.

La respuesta de Carlo ha generado cierta crítica, acusándole de falta de empatía hacia las experiencias vividas por Mar. Su postura ha provocado dudas sobre la veracidad de los episodios de abuso que su madre relata en su obra. Mientras tanto, Mar ha optado por mantener un perfil bajo ante la ética del espectáculo, evitando encuentros con los medios.

Con un plan meticulosamente ejecutado, Mar ha evitado el contacto con la prensa. Esta mañana, salió en un vehículo con cristales oscuros directamente desde su garaje, eludiendo preguntas sobre la entrevista de su hijo. Más tarde, al volver a casa en un taxi y notar que los reporteros continuaban allí, instruyó al conductor a alejarse, ingresando a su domicilio por la puerta del garaje con la ayuda de una llamada telefónica. Su breve aparición fue marcada por una expresión seria, sugiriendo que las declaraciones de Carlo no han sido bien recibidas por ella.