
El Palacio del Elíseo fue testigo de las reuniones entre los expresidentes franceses Nicolas Sarkozy y François Hollande, así como el antiguo primer ministro Bernard Cazeneuve, con el actual mandatario Emmanuel Macron. Estas conversaciones tienen lugar en medio de una crisis desatada tras las elecciones de julio.
Macron ha descartado la posibilidad de proponer a un primer ministro perteneciente al Nuevo Frente Popular (NFP) de izquierdas, alegando que no contaría con el respaldo de la Asamblea Nacional. Por lo tanto, las negociaciones se centran en fórmulas alternativas y nombres de consenso, aunque hasta ahora no se han concretado avances significativos.
En la lista de posibles candidatos ha surgido el nombre de Thierry Beaudet, presidente del Consejo Económico, Social y Medioambiental (CESE), cuyo perfil es técnico y no político. Sin embargo, Sarkozy ha expresado su preferencia por un primer ministro de tendencia conservadora, argumentando que "Francia es de derechas".
Por su parte, Cazeneuve, quien formó parte del Gobierno con Hollande, ha sido mencionado como una opción viable, aunque Sarkozy se ha manifestado en contra de su posible designación en una entrevista la semana pasada. Mientras tanto, Gabriel Attal, aliado de Macron, continúa como primer ministro interino, comprometiéndose a cumplir con su deber hasta que se nombre a su sucesor, en aras del "sentido de Estado".
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