El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha hecho un llamado este domingo a Irán para que reanude las negociaciones sobre su programa nuclear y balístico, así como para liberar a dos ciudadanos franceses que han estado detenidos en Irán desde el año 2022. Esta solicitud se realizó durante una conversación telefónica con su contraparte iraní, Masud Pezeshkian, en un esfuerzo por abordar las preocupaciones relacionadas con la seguridad internacional y los derechos humanos.

Macron expresó su deseo de que Irán retorne a las discusiones que abordan las inquietudes sobre actividades nucleares y de misiles, al tiempo que solicitó la liberación de Cécile Kohler y Jacques Paris, cuyos familiares han denunciado una "desaparición forzada". Aunque los detalles de la conversación se han compartido en la plataforma X, la reacción del gobierno iraní aún no ha sido divulgada.

El líder francés también enfatizó la necesidad de que Irán respete el alto el fuego en la región, argumentando que esto contribuiría a la paz. Además, instó a las autoridades iraníes a colaborar en el mantenimiento del Tratado de No Proliferación Nuclear y a facilitar el trabajo del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en el país cuanto antes.

Otro punto clave de la conversación fue la protección de los ciudadanos y las instalaciones franceses, que no deberían estar bajo amenaza. Macron insistió claramente en la urgente necesidad de liberar a Kohler y Paris, quienes se encuentran detenidos desde 2022 en circunstancias que han sido calificadas como arbitrarias e inhumanas.

Este caso ha llevado al gobierno francés a recurrir a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), recriminando a Irán por la detención de los ciudadanos franceses. Cécile Kohler, de 40 años, es una educadora de literatura, mientras que su esposo, Jacques Paris, de 71 años, ha sido acusado por Teherán de estar vinculado a actividades de inteligencia francesa.

A la luz de estos hechos, Noemie Kohler, hermana de Cécile, ha denunciado en una conferencia de prensa la falta de información sobre el estado y localización de los detenidos, exigiendo pruebas de su vida. Por su parte, Anne-Laure Paris, hija de Jacques, ha expresado su creciente preocupación por la seguridad de su padre.

El equipo legal de las familias ha calificado la situación de los detenidos como la de "rehenes del Estado iraní", señalando que estas detenciones son un acto cruel e inhumano que debe ser abordado con urgencia a nivel internacional.