Una operación conjunta de la Guardia Civil española y las autoridades alemanas ha desmantelado la red de infraestructura para la fabricación de drones kamikazes en Europa.

El protagonista principal de esta operación es un libanés de 38 años llamado Firas Arab Housseini, quien ha sido detenido en Cataluña y enviado a prisión por la Audiencia Nacional. Se le atribuye un papel fundamental en la logística de la organización terrorista Hezbolá para fabricar drones kamikazes utilizados en atentados contra Israel.

Además de Housseini, otras dos personas fueron arrestadas en Barcelona y Badalona, aunque quedaron en libertad con medidas cautelares. En Alemania también se produjo un cuarto arresto en relación con esta red.

La investigación se inició en España al detectarse la compra de grandes cantidades de materiales para la construcción de drones kamikazes por parte de sociedades administradas por ciudadanos de origen libanés. La colaboración con las autoridades alemanas fue clave para desarticular esta red.

Según la Guardia Civil, los detenidos formaban parte de la estructura logística de Hezbolá encargada de adquirir los componentes necesarios para la fabricación de los drones kamikazes.

Entre los materiales adquiridos se encontraban componentes electrónicos de guiado, motores de gasolina y eléctricos, así como resinas y sustancias endurecedoras para la estructura de los drones. La cantidad de material incautado sugiere que se podrían haber producido cientos de estos drones.

Estos drones representan una amenaza significativa, ya que pueden transportar cargas explosivas y su tamaño reducido dificulta su detección y neutralización. Hezbolá ha utilizado estos drones en múltiples ataques contra Israel en los últimos meses.

La operación conjunta entre España y Alemania ha evitado el envío de más material crítico a Hezbolá, lo que habría permitido la producción de más drones kamikazes. Gracias a estas acciones coordinadas se ha logrado evitar la fabricación de un gran número de estos dispositivos de ataque.