
En un gesto que refleja la unión familiar y el apoyo en momentos difíciles, la Reina Sofía se ha hecho presente en la misa funeral en memoria del hijo de la infanta Pilar, Juan Gómez-Acebo, fallecido el pasado mes de agosto a causa de un cáncer. La Reina ha estado acompañando a sus sobrinos Simoneta, Bruno y Beltrán en la Catedral Castrense de Madrid, demostrando una vez más su cercanía y compromiso con la familia.
En esta ocasión, la presencia de los Reyes Felipe y Letizia, la infanta Cristina, Pablo, Miguel e Irene Urdangarín, Victoria Federica y Froilán, así como el Rey Juan Carlos, ha llenado de emotividad la ceremonia. El encuentro entre los Eméritos ha sido notorio, mostrando una cordialidad y complicidad que ha emocionado a los presentes.
A pesar de llegar por separado, la pareja real ha decidido marcharse juntos tras el sepelio, demostrando una vez más su unión y apoyo mutuo. Un pequeño incidente durante el evento, en el cual la Reina Sofía tropezó levemente al descender un escalón, fue rápidamente controlado por el Rey Juan Carlos y sus escoltas, evitando cualquier percance mayor.
En un gesto de cariño y reconocimiento, los asistentes han aclamado al Rey Juan Carlos al subir al coche, mientras que la Reina Sofía se unía a él en el interior del vehículo. Ambos han abandonado el lugar entre los aplausos y muestras de apoyo de los presentes, demostrando una vez más su unión y compromiso con la Corona.
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