MADRID, 20 de mayo. – La Princesa Leonor ha llegado a República Dominicana, marcando una etapa significativa en su crucero formativo a bordo del Juan Sebastián Elcano, que comenzó el pasado 11 de enero en el puerto de Cádiz. Este es el séptimo país que visita la heredera al trono en este periplo por América, que concluirá el próximo mes de junio en Nueva York.

El buque atracó en el puerto Punta Torrecilla de Santo Domingo alrededor de las 10.00 de la mañana, y en una muestra de su creciente responsabilidad, la Princesa no se unió a sus compañeros guardamarinas en cubierta. En cambio, lideró la maniobra de llegada desde la torre de mando de la embarcación, actuando como oficial de guardia bajo la supervisión del oficial de navegación y dando las órdenes necesarias para el atraque, siendo asistida por sus colegas.

El 16 de mayo, el Juan Sebastián Elcano dejó el puerto de Santa Marta, Colombia, partiendo hacia esta última escala en República Dominicana antes de su esperada llegada a Nueva York. Allí, la Princesa Leonor tendrá la oportunidad de reunirse con la Reina Sofía, con quien emprenderá su regreso a España después de seis meses de formación y exploración en América.

La estancia en República Dominicana se extenderá hasta el 24 de mayo, durante la cual se llevarán a cabo diversas actividades protocolares que buscan estrechar los lazos culturales e históricos entre España y el país caribeño. Con su uniforme blanco de verano de la Armada, la Princesa de Asturias se consolida como una embajadora excepcional de España en esta importante etapa de su formación.

Previo a su arribo a Nueva York, Leonor y sus compañeros vivirán un momento destacado del viaje: la ceremonia del paso del Ecuador. Tradición naval del siglo XVIII, esta ceremonia implica el bautizo por parte del Rey de los mares, Neptuno, de los nuevos miembros de la Armada, quienes, tras recibir su permiso, intercambiarán roles; los tenientes asumirán tareas de limpieza y cocina, mientras que los marineros tomarán el control del timón. Un evento que resaltará la camaradería y el espíritu de servicio de la tripulación del Juan Sebastián Elcano.