MADRID, 10 Oct. - La comisión de investigación de la ONU que examina la situación en los Territorios Palestinos e Israel ha afirmado tener pruebas "claras" de que tanto los milicianos de Hamás como las fuerzas israelíes están cometiendo crímenes de guerra en el marco del conflicto actual, por lo que ha instado a todas las partes a respetar el Derecho Internacional.

La Comisión Internacional Independiente de Investigación ha expresado su preocupación por la reciente "explosión de violencia", que comenzó con el ataque lanzado por los milicianos palestinos. Además, ha condenado el asesinato de cientos de civiles y ha advertido que "tomar rehenes y utilizar a civiles como escudos humanos son crímenes de guerra", por lo que ha solicitado la liberación inmediata de todos ellos.

También ha manifestado su preocupación por la respuesta israelí, tanto por el completo bloqueo impuesto sobre la Franja, que sin duda ocasionará víctimas civiles y constituye un castigo colectivo, como por los bombardeos llevados a cabo en uno de los territorios más densamente poblados del mundo, donde residen más de dos millones de personas.

La comisión ha confirmado en un comunicado que está recopilando pruebas sobre los posibles abusos cometidos por ambas partes, con el objetivo de establecer responsabilidades, y ha adelantado que compartirá estas evidencias con las autoridades judiciales, en particular con el Tribunal Penal Internacional (TPI), cuya Fiscalía abrió una investigación sobre el conflicto palestino-israelí en 2021.

Según el grupo de expertos de la ONU, cuyo mandato se deriva del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, el alto número de víctimas destaca la "urgencia" de que las partes pongan fin a la violencia y protejan a la población. Sin embargo, la comisión ha subrayado que la paz no llegará hasta que se aborden las causas profundas del conflicto, lo que implica "poner fin a la ocupación ilegal (...) y reconocer el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación".