Un informe del fiscal especial John Durham ha llegado a la conclusión de que el FBI no debería haber iniciado una investigación sobre la posible colusión entre Rusia y el expresidente Donald Trump durante las elecciones presidenciales de 2016. Este informe ha evaluado las pruebas que llevaron al FBI a abrir dicha investigación y las califica como "informaciones de inteligencia brutas, no analizadas y no corroboradas". Este análisis de 300 páginas entregado el 16 de mayo considera que "el Departamento de Justicia y el FBI no cumplieron su importante misión de estricta fidelidad a la ley" en la investigación sobre la posible intervención rusa en la campaña de Trump.

Esta investigación fue encargada por Trump poco antes de su salida de la Casa Blanca y es la segunda realizada en el país sobre este tema. La primera, realizada en 2019 por el inspector general Michael Horowitz, concluyó que la investigación del FBI había tenido numerosos fallos, aunque sí consideró que había estado justificada.

Donald Trump ha respondido a través de su red social calificando el informe de "crimen del siglo" y señalando al Partido Demócrata por haber impulsado una "traición" que tuvo "un enorme efecto en las elecciones" de 2020, cuando se impuso el demócrata Joe Biden.

El FBI ha respondido al informe afirmando que dicha investigación "es la razón por la que la actual cúpula del FBI implementó decenas de acciones correctivas que llevan un tiempo funcionando". También han concluido que "este informe refuerza la importancia de garantizar que el FBI siga realizando su trabajo con el rigor, la objetividad y la profesionalidad que el pueblo estadounidense merece y espera".