MADRID, 27 Nov. (CHANCE) - En un evento que ha captado la atención de medios y seguidores de la realeza, la Reina Letizia ha sido objeto de admiración gracias a un retrato realizado por la renombrada fotógrafa estadounidense Annie Leibovitz, el cual ha sido revelado este martes, casi nueve meses después de que tuvo lugar la sesión fotográfica en el histórico Palacio Real.

El rey Felipe VI aparece en la fotografía de manera majestuosa, luciendo su uniforme de gala de Capitán General del Ejército de Tierra, adornado con sus principales condecoraciones, proyectando la imagen indiscutible de un monarca. En contraposición, el retrato de la madre de la Princesa Leonor evoca una estética que remite a la época dorada de Hollywood. Sin el uso de tiara o banda de gala, la Reina opta por un espectacular vestido negro de Balenciaga, complementado con un vistoso chal fucsia, evocando la sofisticación propia de una estrella de cine más que la de una consorte real.

La imagen ha suscitado una mezcla de elogios y críticas. Algunos detractores sostienen que, como Reina consorte, su representación debería reflejar su estatus y dignidad, en lugar de acercarse a una imagen que algunos consideran más propia de una aristócrata o una actora de alta costura. De hecho, ciertos medios han trazado comparaciones entre la Reina Letizia y su sobrina Victoria Federica, sugiriendo que no sería sorprendente ver a la influencer con un atuendo similar al de su tía en futuros eventos de gala.

En un giro interesante, las últimas en manifestarse sobre el impactante retrato de los monarcas han sido la infanta Elena y su hija, quienes han reaparecido juntas en la XXV edición de la subasta solidaria de capones de Cascajares, celebrada en el Teatro Barceló de Madrid. Durante este evento, ambas quedaron en evidencia su cercanía y complicidad, acallando rumores sobre tensiones en su relación desde que Victoria comenzara a capitalizar su imagen en Instagram.

La hija y sobrina de Felipe VI, mostrando su habitual discreción, optaron por no responder a las preguntas de los periodistas a su salida del acto, dejando en suspenso la opinión sobre el retrato y la glamourosa imagen de Doña Letizia captada por Leibovitz. La espera sobre su reacción añade un interesante matiz a la cobertura mediática de este evento y de la imagen pública de la Reina consorte.