La Fundación La Caixa ha confirmado que los acuerdos de colaboración con universidades son una práctica común, después de que el subdirector Marc Simón testificara ante el juez Juan Carlos Peinado. Según Simón, el proyecto de cátedra propuesto por Begoña Gómez en 2020 recibió el visto bueno de la fundación, comprometiéndose a aportar 15.000 euros anuales.

En su declaración, Simón destacó que la cátedra dirigida por Gómez ha arrojado resultados satisfactorios y que no tuvo contacto alguno con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, esposo de la implicada. Los primeros contactos con Gómez se remontan a 2018, antes de que surgiera la idea de la cátedra.

Simón dejó claro que nunca se reunió con Gómez en La Moncloa, ni asistió a reuniones fuera de la universidad o de la empresa. Además, afirmó que nunca tuvo comunicación con Sánchez sobre la cátedra o sobre su esposa. Desde su creación, la Fundación La Caixa ha recibido informes sobre el funcionamiento de la cátedra, que han sido considerados satisfactorios.

El convenio de colaboración entre la Fundación La Caixa y la Universidad Complutense incluía la aportación de 15.000 euros anuales durante cuatro años, una inversión en la creación de la cátedra en la que participaron otras entidades. Este tipo de acuerdos son comunes para la fundación, que también tiene programas de promoción de la responsabilidad social en empresas desde 2005.

Además de Simón, el juez Peinado interrogó a otros patrocinadores de la cátedra, como el consejero delegado de Reale Seguros, Ignacio Mariscal. También declararon Leticia Lauffer, directora de Wakalua, y Luis Miguel Ciprés, consejero delegado de Barrabés. Las acusaciones sostienen que la esposa de Sánchez podría tener relación con Lauffer debido al patrocinio del IE Africa Center, filial de Globalia.

Ciprés, a su vez, es el CEO de la consultora Barrabés, perteneciente al grupo del empresario Juan Carlos Barrabés, uno de los investigados en esta causa por presuntos delitos de corrupción en los negocios y tráfico de influencias.