En medio de una escalada de violencia en la región, la Autoridad Palestina ha confirmado la trágica cifra de casi 30 palestinos fallecidos como consecuencia de la operación militar llevada a cabo por el Ejército de Israel en el norte de Cisjordania, la cual se ha convertido en la más grande en más de veinte años, desde el fin de la Segunda Intifada.
Según los informes del Ministerio de Sanidad vinculado a la Autoridad Palestina, hasta el momento se han registrado 29 muertos y 121 heridos a causa de las acciones de las fuerzas israelíes, sumando un total de más de 680 muertos y 5.700 heridos en Cisjordania y Jerusalén Este desde el 7 de octubre.
Entre las víctimas se encuentran 18 "mártires" en Yenín, cuatro en Tubas y Tulkarem, y tres en Hebrón, incluyendo cinco niños y dos ancianos, según detalla el comunicado.
Las autoridades israelíes justificaron la operación argumentando la necesidad de enfrentar a los "terroristas" presentes en el norte de Cisjordania, lo que llevó al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, a regresar de forma urgente de su visita oficial a Arabia Saudí para evaluar la situación.
Por su parte, Nabil abú Rudeina, portavoz de Abbas, advirtió sobre los peligrosos resultados de la escalada de violencia, mientras que Hamás acusó a Israel de intentar expandir la guerra a la Cisjordania ocupada, sumando así a la crisis en Gaza.
La Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas señaló recientemente la creciente respuesta militar de Israel en la región y condenó el uso de bombardeos y otras tácticas militares en la Cisjordania ocupada, considerando que violan el Derecho Internacional y aumentan el riesgo de complicar una situación ya explosiva.
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