El Ejército de Defensa de Israel ha tomado medidas decisivas este martes, comenzando con la inspección de las residencias de dos palestinos presuntamente implicados en un ataque reciente que dejó un saldo trágico de seis víctimas fatales, incluido un ciudadano español, en un autobús en cercanías de Jerusalén.

En un comunicado oficial, las fuerzas israelíes informaron sobre sus operaciones en las localidades de Qatana y Qubeiba, donde se están preparando para la demolición de las casas de los terroristas Mohamad Taha y Muzana Amro, responsables de la agresión registrada en el cruce de Ramot. Sin embargo, no se proporcionaron detalles adicionales sobre los procedimientos llevados a cabo en esas áreas.

El asalto fue perpetrado por los mencionados palestinos, quienes abordaron el autobús y abrieron fuego indiscriminadamente contra los pasajeros. Afortunadamente, un miembro de las fuerzas de seguridad y un civil armado lograron neutralizarlos, evitando que la situación se tornara aún más devastadora, según datos proporcionados por la policía israelí.

En un movimiento relacionado, el Ejército israelí procedió a demoler la vivienda de Zabet Muhamad, un palestino señalado por su presunta participación en un ataque previo que tuvo lugar en diciembre de 2024, en el que un niño israelí de doce años perdió la vida y otros tres sufrieron heridas. Este ataque se ejecutó el 11 de diciembre en el cruce de Al Jader, dirigido contra un autobús que se dirigía a la capital israelí.

La política de Israel de demoler casas de palestinos acusados de estar involucrados en actividades terroristas continúa siendo un tema político controvertido. Las autoridades israelíes defienden estas acciones como parte de una estrategia para desincentivar la violencia, mientras que los líderes palestinos las consideran un castigo colectivo que afecta a familias inocentes.