El comité intercentros de Bridgestone ha expresado su preocupación y ha advertido a la empresa de que no está yendo por el camino correcto para llegar a un acuerdo con los trabajadores. Según ellos, las relaciones laborales están en su peor momento y están marcando una etapa sin precedentes cuyo destino es desconocido.

La empresa Bridgestone Manufacturing anunció ayer su intención de plantear un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en las fábricas de Basauri y Usansolo en Bizkaia, y en las de Burgos y Puente de San Miguel en Cantabria, debido a una prevista reducción en los pedidos. El ERTE tendría efecto a partir de diciembre de 2023 y también en 2024.

El comité intercentros ha denunciado que las relaciones laborales en Bridgestone atraviesan su peor momento, con imposiciones, judicialización, faltas de respeto hacia los representantes de los trabajadores y una clara falta de voluntad por parte de la empresa para llegar a acuerdos. Estas características están marcando una nueva etapa sin precedentes cuyo desenlace se desconoce.

Además, el comité intercentros ha criticado que la empresa haya informado a la plantilla sobre el ERTE en una nota de prensa sin haberlo comunicado previamente a los representantes de los trabajadores. También han expresado su descontento por haberse enterado a través de los medios de comunicación de que el ERTE afectaría también a 2024 y de las explicaciones sobre los excesos de inventarios en los almacenes y la reducción de pedidos.

El comité ha calificado la reunión con la empresa como fría y desagradable, y ha denunciado la falta de tacto y respeto hacia los propios trabajadores. Han dejado claro que no se dejarán apartar de su camino de defender a los trabajadores y han advertido a la empresa de que si realmente buscan un acuerdo, están yendo en dirección contraria.