MADRID, 29 Noviembre.

Javier Hidalgo, ex consejero delegado de Globalia, ha comparecido recientemente ante el Senado, donde ha evidenciado su desacuerdo con las acusaciones que insinúan un trato de favor en relación con la ayuda pública destinada a Air Europa durante la crisis provocada por la pandemia. Hidalgo enfatizó que su único encuentro con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tuvo lugar en un evento que reunió a una veintena de empresarios, descartando así cualquier vínculo personal que pudiera implicar favores o influencias inapropiadas.

Durante su aparición en la comisión de investigación del 'caso Koldo', Hidalgo se abstuvo de responder preguntas de los distintos grupos parlamentarios. En lugar de ello, optó por presentar una serie de "aclaraciones" que consideró relevantes, además de entregar documentación que había preparado previamente en carpetas. Este enfoque ha generado cierta controversia en torno a la transparencia de su declaración.

El ex directivo fue contundente al afirmar que no había mantenido reuniones significativas con Begoña Gómez, esposa del presidente, y subrayó que no había evadido su responsabilidad en el juicio al declarar que no recordaba circunstancias específicas de su encuentro anterior. En cambio, recalcó que la pregunta formulada en su declaración como testigo en septiembre pasado no era la que se le atribuía, lo que llevó a confusiones en el análisis de su testimonio.

Profundizando en el tema de la ayuda estatal recibida por su aerolínea, Hidalgo defendió que la operación gestionada por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) no se puede clasificar como un rescate. Según sus palabras, se trató de un préstamo con "las condiciones más estrictas y desfavorables de las concedidas en Europa", lo que contrasta con la percepción de privilegio que han señalado algunos críticos.

Hidalgo destacó también que, a mediados de 2020, cuando se otorgaron significativas ayudas a otras compañías en el continente europeo, Globalia, que opera con 10.000 empleados y una extensa red de 17 aeropuertos y 35 hoteles, no recibió ningún tipo de apoyo financiero hasta esa fecha. Esta situación demostró, según sus declaraciones, que Air Europa no fue favorecida de ninguna manera y, en cambio, sufrió un impacto desproporcionado por la crisis.

Al describir la naturaleza del préstamo, el exCEO de Globalia lo calificó como "el peor de los préstamos concedidos". Hidalgo defendió que, en su situación, no se vislumbra ningún tipo de trato favorable y enfatizó que la aerolínea fue perjudicada en gran medida frente a otras en circunstancias similares.

Para respaldar sus afirmaciones, mencionó que la autorización del préstamo había pasado por un riguroso proceso en el que participaron siete departamentos técnicos de la SEPI, así como asesorías externas como PwC y Cuatrecasas. Esto, dijo, asegura que se cumplieron los estándares exigidos por la Comisión Europea, además de palear exigencias adicionales, como la toma de control de la compañía por parte de la SEPI.

Hidalgo se mostró escéptico sobre las afirmaciones de trato de favor, insistiendo en que ninguna empresa en el país ha enfrentado requisitos tan drásticos como los que él describe. Esto, a su juicio, convierte en infundadas las insinuaciones de que Air Europa haya obtenido ventajas injustas en este contexto.

Finalmente, el ex consejero delegado negó categóricamente haberse mantenido “huido” y explicó que Globalia había enviado una carta al Partido Popular intentando ofrecer aclaraciones sobre la situación, pero hasta el momento no han recibido ninguna respuesta a su comunicación. Esta falta de interacción también refleja, según él, una incomprensión del contexto complejo y crítico que enfrentó su compañía durante la crisis sanitaria y económica.