
Tres palestinos murieron en un ataque con dron por parte de Israel en Yenín, el primer incidente de este tipo en Cisjordania desde la Segunda Intifada.
Los fallecidos formaban parte de grupos armados palestinos: Suhaib al Ghul era un "comandante" de Yihad Islámica, mientras que Muhamad Auais pertenecía a las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, brazo armado de Al Fatá.
Hamás, el grupo político islámico, prometió una "respuesta dura y apropiada", mientras que Yihad Islámica habló de un "cobarde asesinato" y prometió seguir haciendo frente al enemigo sionista "a cualquier coste".
El Ejército israelí alegó que el ataque tenía como objetivo a un "escuadrón terrorista" que había estado detrás de varios ataques en la zona en las últimas semanas.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, aplaudió la operación y prometió un "enfoque ofensivo y proactivo".
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