El pasado 5 de febrero, el Rey Carlos III hizo público que había sido diagnosticado con una forma de cáncer, luego de una operación por agrandamiento de próstata. Aunque no se revelaron detalles sobre el tipo de tumor, se destacó que no se trataba de cáncer de próstata. El monarca decidió compartir su enfermedad en un comunicado para evitar especulaciones y con la esperanza de brindar apoyo a quienes padecen cáncer.

Desde entonces han pasado casi 3 meses, en los que el hijo de la Reina Isabel II ha reducido su agenda oficial para recibir tratamiento contra la enfermedad. Aunque no se han revelado muchos detalles sobre el tratamiento, se rumorea que podría ser un método menos agresivo que la quimioterapia o la radioterapia.

Aunque ha sido poco frecuente ver al Rey en público durante este tiempo y se le ha notado una pérdida de peso, su estado de salud ha sido bueno. Su última aparición fue el 21 de abril, acompañado por la Reina Camilla, asistiendo a un servicio religioso en Escocia, en honor al cumpleaños que habría cumplido la Reina Isabel ese día.

A pesar de estas apariciones reconfortantes, recientes informaciones en medios como el 'New York Post' sugieren que la salud del Rey Carlos III se está deteriorando progresivamente. Se habrían iniciado preparativos para su funeral, ante la posibilidad de un desenlace cercano, aunque el Palacio de Buckingham mantiene silencio al respecto.

Los rumores sobre el empeoramiento de la salud del Rey continúan creciendo, mientras que no se tienen noticias sobre el estado de Kate Middleton y cómo está afrontando su tratamiento contra el cáncer, que anunció públicamente el pasado 22 de marzo. La Princesa de Gales se mantiene alejada de los medios, enfocada en su recuperación y en sus hijos, contando con el apoyo incondicional del Príncipe Guillermo en estos momentos difíciles.