En la jornada del 4 de junio, el reconocido matador de toros, Francisco Rivera, se ha vuelto a reunir con su devoción por la Virgen del Rocío al unirse a la salida de su Hermandad de Triana desde Sevilla. Se trata de una tradición que marca el inicio del recorrido hacia Almonte, donde se espera la esperada aparición de la 'Blanca Paloma' en la mágica madrugada de este domingo. Este año, Francisco ha estado acompañado de su esposa, Lourdes Montes, con quien recientemente dio la bienvenida a su cuarto hijo, Nicolás, nacido el pasado 9 de abril, lo que añade un matiz aún más especial a esta histórica peregrinación.

Preparado para la larga travesía, Francisco optó por un atuendo práctico: un chaleco y un sombrero decorado con una cinta de Triana, complementado con un pañuelo al cuello y la medalla de su hermandad. Su esposa, Lourdes, brilló con un traje rociero de flores en delicados tonos rosas. La pareja comenzó su andanza con una actitud relajada y sonriente, departiendo con amigos. Cabe destacar que este reencuentro público se produce tras su notable ausencia en la Primera Comunión de su sobrina Ana, un tema que ha generado considerable atención mediática, sobre todo dada la fractura evidente en la relación de Francisco con su hermano, Kiko Rivera.

A pesar de los problemas personales que enfrenta Kiko Rivera, quien ha expresado públicamente sus serias dificultades emocionales y su sentimiento de vacío, Francisco Rivera ha optado por mantener una postura de reserva. Hasta el momento, no ha abordado las angustiosas declaraciones de su hermano, quien ha manifestado que necesita un tiempo para recuperarse y afrontar sus desafíos, especialmente tras la falta de apoyo de su madre, Isabel Pantoja, en un momento significativo para la pequeña Ana. Esta situación resalta la tensa relación entre los hermanos en un trasfondo de emociones intensas y desafíos personales.