El pasado 15 de noviembre, la emblemática planta de vehículos y motores de Ford en Almussafes, Valencia, ha reanudado su actividad, aunque con notables limitaciones. La producción se ha reiniciado en un único turno de mañana, una decisión que surge como respuesta a las dificultades en el suministro de piezas que han afectado a su operativa. La situación se agrava tras haber experimentado un parón en la producción en días anteriores, consecuencia del paso de una nueva DANA que ha impactado la región, cifra que confirman fuentes sindicales en declaraciones a Europa Press.

Es importante señalar que la planta continúa bajo el régimen de un ERTE de fuerza mayor, que fue aprobado por la Dirección General de Trabajo. Este mecanismo se mantendrá activo mientras la crisis en la cadena de suministro persista, lo que ha llevado a que el regreso a un régimen de producción en dos turnos resulte simplemente inviable para las plantas dedicadas a la fabricación de vehículos.

En este contexto, los representantes de Ford han comunicado a Europa Press que actualmente se encuentran en conversaciones con sus proveedores para evaluar la disponibilidad de las piezas necesarias para la producción. Sin embargo, han reconocido que, por ahora, no hay una confirmación clara sobre modificaciones que pudieran realizarse al ERTE vigente, que se espera continúe, como máximo, hasta el próximo 30 de noviembre.

A pesar de la adversidad y la limitada actividad, la planta valenciana había comenzado a reanudar la producción el lunes anterior en su línea de fabricación de motores y, posteriormente, el miércoles en su área de montaje de vehículos, aunque ambos en niveles significativamente reducidos.