La Unión Europea ha confirmado que a partir del 31 de octubre impondrá permanentemente aranceles al coche eléctrico chino, luego de haberlos introducido provisionalmente en julio por un período de cinco años. Esta decisión se tomó después de que los intentos de llegar a una solución dialogada con Pekín resultaran infructuosos.

Bruselas decidió establecer un gravamen de hasta el 35,3% sobre los vehículos chinos de batería eléctrica para contrarrestar las ayudas ilegales que Pekín otorgaba a sus fabricantes, permitiéndoles producir a precios mucho más bajos que sus competidores europeos.

Una vez finalizado el proceso formal, las nuevas tarifas (que se sumarán al 10% ya aplicado por la UE a las importaciones de coches) entrarán en vigor este jueves, elevando los aranceles hasta un 45,3% para algunos fabricantes. Esto fue anunciado en el Diario Oficial de la UE (DOUE).

De acuerdo con la propuesta definitiva, se aplicarán diferentes porcentajes a los fabricantes chinos. SAIC, el mayor fabricante del país, y aquellos que no cooperaron enfrentarán un arancel del 35,3%. Geely será gravado con un 18,8%, BYD con un 17% y Tesla con un 7,8% (en lugar del 9% inicialmente previsto). Las empresas que cooperaron en la investigación serán objeto de un arancel del 20,7%.