El Museo del Prado ha dado un giro innovador al famoso cuadro 'El jardín de las delicias' de El Bosco, convirtiéndolo en un juego diseñado por CrossBorder y Basurama. El objetivo principal de este proyecto es que los estudiantes no solo adquieran conocimientos sobre ecología y sostenibilidad, sino que también desarrollen su pensamiento crítico y participen en la creación de una obra de arte.

Este juego busca que los estudiantes reflexionen sobre los refugios futuros y los espacios de cuidado mutuo que deberían fomentarse, cuidarse o construirse. Es una iniciativa de la pinacoteca que pretende incentivar la conciencia ambiental y el cuidado del entorno.

Para llevar a cabo esta experiencia, se utilizan herramientas como el Teatro Aplicado y Documental, así como la Danza. Estas herramientas están diseñadas para estimular la reflexión del jugador, planteándole la pregunta de '¿cómo podemos cuidar nuestro cuerpo, el de los demás y el espacio que compartimos?'

El proyecto forma parte del programa Deslizar, una iniciativa de PradoEducación, que cuenta con el apoyo de la Fundación Art Explora y la colaboración de la Consejería de Educación, Universidades, Ciencia y Portavocía de la Comunidad de Madrid. Su propósito es crear una red de trabajo e investigación en torno a la innovación educativa a través del arte, fomentando el desarrollo de nuevas formas de enseñanza y aprendizaje.