El Papa ha presentado fuertes críticas sobre la situación de Roma, describiéndola como una "ciudad desgarrada" por la pobreza, y ha hecho un llamamiento para que no se etiquete a los religiosos que trabajan con los más necesitados como "comunistas".
En la asamblea de la diócesis de Roma dedicada a la pobreza en la ciudad, celebrada el viernes en la basílica de San Juan de Letrán, el Papa Francisco ha destacado que las personas pobres no deben ser vistos como "un número, un problema o, peor aún, un problema rechazado". "Son nuestros hermanos, carne de nuestra carne", ha subrayado el Sumo Pontífice.
En su discurso frente a las autoridades políticas de Roma, el Papa ha denunciado enérgicamente la falta de interés hacia quienes viven en la calle, y ha enfatizado que los cristianos que dedican su vida a los pobres no deben ser tachados de "comunistas".
Asimismo, ha instado a la Iglesia a ver la problemática de la pobreza como una prioridad eclesial que involucra y responsabiliza a todos. "La Iglesia debe adoptar un enfoque que ponga en el centro a aquellos que sufren diversas formas de pobreza", ha explicado el Papa.
Por tanto, ha convocado a la comunidad eclesiástica a acercarse a los más desfavorecidos y a convertirse en un "símbolo de la ternura de Dios". "Un cristiano que no muestra cercanía, compasión y ternura no puede ser considerado realmente cristiano", ha afirmado el Papa. Además, ha recordado que la esencia del estilo de Dios se basa en la "cercanía, compasión y ternura".
"Jesús no nos ofrece una solución mágica a la pobreza, nos pide llevarles la buena noticia. Es esencial decirles que son amados por el Señor y que ante Dios son valiosos, que su dignidad es sagrada. A menudo los cristianos dicen esto con palabras, pero no respaldan sus palabras con acciones creíbles", ha argumentado.
En su mensaje a su diócesis, el Papa ha llamado a "sembrar esperanza", especialmente de cara al Jubileo que comenzará con la apertura de la Puerta Santa de la basílica de San Pedro el 24 de diciembre. Asimismo, ha hecho un "llamamiento urgente a llevar a cabo acciones concretas de esperanza". "La complejidad de los problemas sociales podría desanimarnos al punto de creer que no podemos hacer nada", ha alertado.
Asimismo, ha afirmado que "la esperanza cristiana siempre es activa porque está impulsada por la certeza de que el Señor guía la historia y que en Él podemos lograr lo que parece imposible". "La esperanza nunca decepciona, caminemos por el sendero de la esperanza", ha expresado el Pontífice.
"Es crucial emprender nuevos procesos de esperanza, soñar y construir un futuro lleno de esperanza mediante nuestro compromiso, un compromiso responsable y solidario", ha defendido.
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