El Gobierno español ha optado por una postura de no reciprocidad al retirar a su embajadora en Argentina en protesta por las declaraciones del presidente Javier Milei, que considera como un insulto a España y sus instituciones. Esta es la segunda vez que se recurre a este instrumento diplomático desde que Pedro Sánchez asumió la presidencia en la Moncloa.

La decisión de llamar a consultas a un embajador en otro país es una herramienta diplomática utilizada para expresar malestar de forma más contundente que la convocatoria del embajador del país concernido en el Ministerio de Exteriores. Este paso no es tan severo como la retirada del embajador, pero es un indicio de descontento.

El Gobierno previamente había hecho uso de esta medida en agosto de 2021 al llamar a consultas a la embajadora en Nicaragua después de que la Cancillería nicaragüense acusara a España de injerencia y criticara al Gobierno. En este caso, la embajadora no volvió a su puesto hasta febrero de 2023, tras una crisis diplomática con el régimen de Daniel Ortega.

Otros países como Marruecos, Argelia e Israel han optado por llamar a consultas a sus embajadores en Madrid en diferentes momentos, pero el Gobierno español no ha respondido de la misma manera. En el caso de Marruecos, la embajadora regresó a Madrid en marzo de 2022 luego de que España reconociera el plan de autonomía marroquí para el Sáhara.

En situaciones similares con Argelia e Israel, el Gobierno español decidió mantener a los embajadores en estos países para evitar deteriorar la situación. A pesar de las críticas de algunos sectores políticos en España, se buscó mantener la interlocución con los respectivos gobiernos y evitar mayores conflictos.

Recientemente, Guinea Ecuatorial llamó a consultas a su embajador en España en marzo de 2023 debido a lo que consideraron como persecución de la justicia española contra miembros del Ejecutivo de la nación africana. A pesar de esta acción, el Gobierno español no ha tomado medidas equivalentes en respuesta.