La brutal violencia se apodera una vez más del este de Malí, donde un ataque mortal ha dejado a 25 civiles sin vida y a otros 13 heridos. El acto ocurrió el pasado viernes por la noche, cuando un convoy militar que escoltaba a trabajadores de una mina de oro en la región de Gao fue emboscado por un grupo de individuos armados.

Según informes locales, se ha señalado la presencia de mercenarios del grupo ruso Wagner, aliados de la junta militar que controla actualmente el país, involucrados en la protección del convoy. La caravana estaba compuesta por una gran cantidad de vehículos y estaba siendo escoltada por vehículos militares.

Las fuerzas armadas de Malí respondieron con un contraataque que resultó en la muerte de 19 de los asaltantes, tal como lo señaló un comunicado emitido por el Ejército de Malí en redes sociales el sábado pasado.

El convoy se dirigía hacia Ansongo, una región afectada por constantes ataques de grupos yihadistas, como el Estado Islámico en el Gran Sahara. A pesar de esto, hasta ahora ninguna organización ha reclamado la autoría de este violento acto.

Las autoridades militares también confirmaron la muerte de cuatro participantes en el ataque durante una patrulla de reconocimiento en otros sectores de la región de Gao. La inseguridad y la violencia continúan afectando la vida cotidiana de los habitantes de Malí.