En Madrid, a 10 de julio, se ha hecho pública la suspensión de seis agentes del Servicio Secreto de los Estados Unidos debido a su desempeño durante un evento político en Pensilvania, que tuvo lugar en julio del año pasado. En dicho acto, el entonces candidato presidencial republicano, Donald Trump, fue víctima de un disparo que, aunque le causó heridas leves, también resultó en la trágica muerte de uno de sus seguidores.

Fuentes ministeriales han confirmado a ABC News la decisión de suspender a los agentes justo antes de que se cumpla el primer aniversario del tiroteo, que dejó al actual presidente con una herida en la oreja. La duración de las sanciones oscilará entre diez y 42 días, según informes de CBS.

Esta suspensión ha sido el resultado de una investigación independiente solicitada por el ex presidente Joe Biden, la cual reveló, meses después del intento de asesinato, “graves fallos” dentro del Servicio Secreto, los cuales permitieron que el presidente Biden fuera atacado de esa manera.

El informe también advertía sobre “problemas sistémicos más profundos” que requieren atención inmediata y subrayaba que, sin una “reforma fundamental” del Servicio Secreto, sucesos similares al ocurrido en Butler, Pensilvania, podrían repetirse en el futuro, lo cual es una preocupación legítima para la seguridad nacional.