
Madrid, 4 de mayo. En el escenario actual de la Iglesia católica, el cardenal Matteo Maria Zuppi, de 69 años, se perfila como una figura central. Desde 2022, ha estado al frente de la Conferencia Episcopal italiana, y su carrera en el servicio eclesiástico ha estado marcada por su creación como cardenal en 2019 por el Papa Francisco, quien posteriormente lo envió a una delicada misión de mediación en el conflicto de Ucrania.
Zuppi tiene una vida dedicada a la defensa de los menos favorecidos. Desde su adolescencia, ha alentado a la sociedad a mostrar empatía por los migrantes, comparando su sufrimiento con el de una madre por sus hijos. Esta postura le ha generado fricciones con figuras políticas como Matteo Salvini, quien, en su anterior rol como ministro del Interior italiano, ha adoptado medidas más restrictivas en materia de inmigración.
Nacido en Roma el 11 de octubre de 1955 y el quinto de seis hermanos, Zuppi decidió ingresar al seminario a la edad de 22 años tras completar su formación en Letras y Filosofía. Su interés por ayudar a los necesitados se encendió en su juventud, gracias a su participación en la Comunidad de Sant'Egidio, donde conoció a su fundador, Andrea Riccardi.
Como enviado del Papa, Zuppi ha desempeñado un rol crucial en iniciativas de paz, llevando su mensaje a lugares como Kiev y Moscú. Su labor no es nueva; previamente, fue instrumental en las negociaciones que condujeron a la paz en Mozambique, poniendo fin a una guerra civil que duró más de diecisiete años.
El cardenal ha mostrado un enfoque progresista en temas sociales. En 2017, escribió el prólogo de la versión italiana del libro 'Building a Bridge' del padre jesuita James Martin, donde promovió la inclusión y el respeto hacia la comunidad LGBTI, lo que fue reportado por diversos medios, incluido The Catholic Herald.
Sin embargo, su postura también le ha acarreado críticas. En 2022, la Archidiócesis de Boloña fue acusada de haber bendecido a una pareja gay, algo que fue desmentido por los funcionarios eclesiásticos, quienes aclararon que se trataba de una misa de acción de gracias, no una bendición.
Zuppi ha tenido varios enfrentamientos con el gobierno italiano, notablemente con Salvini cuando este era ministro del Interior. El cardenal no dudó en criticar el 'Decreto de seguridad' de 2018, que restringía la acogida de refugiados en Italia, afirmando que tales medidas fomentan la clandestinidad y van en contra de los valores humanitarios que Italia debe defender.
Su nombramiento como cardenal fue recibido con entusiasmo por sectores de la izquierda y la comunidad LGBTI en Italia, con medios como Il Giornale destacando el hecho como un hito que elogia la cercanía de la Iglesia con esos movimientos sociales.
En la curia vaticana, Zuppi es miembro de varios dicasterios, incluidos aquellos dedicados al Desarrollo Humano Integral y a la Evangelización. Con 51 cardenales italianos en total, ocupa un lugar importante en la jerarquía eclesiástica, tanto entre aquellos que pueden votar en un futuro cónclave como entre los que no.
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