MADRID, 14 de noviembre.

En una nueva jornada de agitación en Ámsterdam, capital de los Países Bajos, cientos de personas han sido arrestadas tras el estallido de disturbios, que se produce una semana después de los violentos enfrentamientos entre manifestantes a favor de Palestina y seguidores del Maccabi Tel Aviv, equipo de fútbol israelí. Este suceso marca un repunte en las tensiones que han sacudido a la ciudad recientemente.

Las autoridades neerlandesas actuaron rápidamente tras el inicio de las protestas en la emblemática plaza Dam. El balance final de esta operación ha sido de 281 detenidos, la mayoría por desobediencia a las órdenes de la policía, que había declarado la reunión no autorizada y previamente había prohibido manifestaciones debido a la emergencia declarada en la ciudad tras el controvertido partido de fútbol.

La intervención policial se vio acompañada por la detención de ocho personas por la supuesta posesión de objetos contundentes y otras cuatro por insultos a los agentes. Además, varios manifestantes fueron señalados por causar daños a autobuses y por replicar los comportamientos de jornadas anteriores, donde se registraron ataques incendiarios contra vehículos aparcados.

A pesar de la escalada en la violencia, la policía ha decidido abrir una investigación sobre las acciones de sus propios agentes, después de que se difundieran en redes sociales videos que mostraban intervenciones bruscas por parte de los efectivos antidisturbios. En un comunicado oficial, la policía ha confirmado que se investigará el contenido de las grabaciones que ilustran cómo algunos miembros de la unidad actuaron de manera contundente contra los manifestantes.

Desde que se desató esta ola de violencia la semana pasada, en relación con el partido entre Ajax y Maccabi Tel Aviv, Ámsterdam ha permanecido en estado de alerta. La prohibición de la mayoría de las manifestaciones busca salvaguardar la seguridad de la población, medida que subraya la gravedad de la situación actual en la ciudad.